℗ Hosanna y Sociedades Bíblicas Unidas, 2005

Spanish - Dios Habla Hoy 2005 (Drama NT)

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 <div class="book bkROM">
 <div class="chapter ch10" data-usfm="ROM.10">
 <div class="label">10</div><div class="s1">Israel y el evangelio</div><div class="p"> 1Hermanos, el deseo de mi coraz&#243;n y mi oraci&#243;n a Dios por los israelitas es que alcancen la salvaci&#243;n. 2En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no est&#225; basado en el verdadero conocimiento. 3Pues no reconocen que es Dios quien hace justos a los hombres, y pretenden ser justos por s&#237; mismos; y as&#237; no se han sometido a lo que Dios estableci&#243; para hacernos justos.#Ro 9.31-32. 4Porque la ley llega a su t&#233;rmino con Cristo,#10.4 La ley llega a su t&#233;rmino con Cristo: Lit. el fin de la ley es Cristo. El sentido m&#225;s probable es que Cristo pone t&#233;rmino al r&#233;gimen de la ley (cf. Ro 7.4-6; Gl 3.24). Algunos traducen: la ley tiene como finalidad a Cristo. y as&#237; todos por la fe pueden llegar a ser justos.</div><div class="p"> 5De la justicia basada en la ley, Mois&#233;s escribi&#243; esto: &#171;La persona que cumpla la ley, vivir&#225; por ella.&#187;#10.5 Lv 18.5; cf. tambi&#233;n Gl 3.12. 6Pero de la justicia basada en la fe, se dice: &#171;No pienses: &#8220;&#191;Qui&#233;n subir&#225; al cielo?&#8221; &#8212;esto es, para hacer que Cristo baje&#8212;; 7o &#8220;&#191;Qui&#233;n bajar&#225; al abismo?&#8221;&#187; &#8212;esto es, para hacer que Cristo suba de entre los muertos. 8&#191;Qu&#233; es, pues, lo que dice?: &#171;La palabra est&#225; cerca de ti, en tu boca y en tu coraz&#243;n.&#187;#Dt 30.12-14. Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos. 9Si con tu boca reconoces a Jes&#250;s como Se&#241;or,#10.9 F&#243;rmula primitiva de profesi&#243;n de fe; v&#233;ase Jn 20.28&#160;n. y con tu coraz&#243;n crees que Dios lo resucit&#243;, alcanzar&#225;s la salvaci&#243;n.#Hch 16.31. 10Pues con el coraz&#243;n se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvaci&#243;n.</div><div class="p"> 11La Escritura dice: &#171;El que conf&#237;e en &#233;l, no quedar&#225; defraudado.&#187;#Is 28.16. 12No hay diferencia entre los jud&#237;os y los no jud&#237;os; pues el mismo Se&#241;or es Se&#241;or de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan.#Gl 3.28; Col 3.11. 13Porque esto es lo que dice: &#171;Todos los que invoquen el nombre del Se&#241;or, alcanzar&#225;n la salvaci&#243;n.&#187;#10.13 Jl 2.32&#160;(3.5). En la versi&#243;n griega (LXX) de dicho pasaje, el nombre divino Yahv&#233; se traduce como Se&#241;or, nombre que aqu&#237; se aplica a Cristo. 14Pero &#191;c&#243;mo van a invocarlo, si no han cre&#237;do en &#233;l? &#191;Y c&#243;mo van a creer en &#233;l, si no han o&#237;do hablar de &#233;l? &#191;Y c&#243;mo van a o&#237;r, si no hay quien les anuncie el mensaje? 15&#191;Y c&#243;mo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: &#171;&#161;Qu&#233; hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!&#187;#10.15 Is 52.7; Nah 1.15&#160;(2.1).</div><div class="p"> 16Pero no todos han aceptado el evangelio. Es como dice Isa&#237;as: &#171;Se&#241;or, &#191;qui&#233;n ha cre&#237;do al o&#237;r nuestro mensaje?&#187;#10.16 Is 53.1, citado tambi&#233;n en Jn 12.38. 17As&#237; pues, la fe nace al o&#237;r el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.</div><div class="p"> 18Pero yo pregunto: &#191;Ser&#225; tal vez que no oyeron el mensaje? &#161;Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice:</div><div class="q1">&#171;La voz de ellos sali&#243; por toda la tierra,</div><div class="q1">y hasta los &#250;ltimos rincones del mundo llegaron sus palabras.&#187;#10.18 Los de Israel s&#237; han o&#237;do el mensaje; Pablo aplica el Sal 19.4&#160;(5) a la voz de quienes anuncian el evangelio.</div><div class="m"> 19Y vuelvo a preguntar: &#191;Ser&#225; que los de Israel no se han dado cuenta? En primer lugar, Mois&#233;s dice:</div><div class="q1">&#171;Yo los pondr&#233; a ustedes celosos</div><div class="q1">de un pueblo que no es pueblo;</div><div class="q1">los har&#233; enojar contra un pueblo</div><div class="q1">que no quiere entender.&#187;#10.19 Dt 32.21. El tema se desarrolla m&#225;s ampliamente en Ro 11.11-14.</div><div class="m"> 20Luego, Isa&#237;as se atreve a decir:</div><div class="q1">&#171;Los que no me buscaban, me encontraron;</div><div class="q1">y me mostr&#233; a los que no preguntaban por m&#237;.&#187;#10.20 Is 65.1; cf. Ro 9.30.</div><div class="m"> 21Y al hablar de los israelitas, Isa&#237;as dice: &#171;Todo el d&#237;a extend&#237; mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.&#187;#Is 65.2.</div>
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Texto © Sociedades Bíblicas Unidas, 1994.

Hermanos, el deseo de mi corazón y mi oración a Dios por los israelitas es que alcancen la salvación. En su favor puedo decir que tienen un gran deseo de servir a Dios; solo que ese deseo no está basado en el verdadero conocimiento. Pues no reconocen que es Dios quien hace justos a los hombres, y pretenden ser justos por sí mismos; y así no se han sometido a lo que Dios estableció para hacernos justos. Porque la ley llega a su término con Cristo, y así todos por la fe pueden llegar a ser justos.
De la justicia basada en la ley, Moisés escribió esto: «La persona que cumpla la ley, vivirá por ella.» Pero de la justicia basada en la fe, se dice: «No pienses: “¿Quién subirá al cielo?” —esto es, para hacer que Cristo baje—; o “¿Quién bajará al abismo?”» —esto es, para hacer que Cristo suba de entre los muertos. ¿Qué es, pues, lo que dice?: «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.» Esta palabra es el mensaje de fe que predicamos. Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se reconoce a Jesucristo para alcanzar la salvación.
La Escritura dice: «El que confíe en él, no quedará defraudado.» No hay diferencia entre los judíos y los no judíos; pues el mismo Señor es Señor de todos, y da con abundancia a todos los que lo invocan. Porque esto es lo que dice: «Todos los que invoquen el nombre del Señor, alcanzarán la salvación.» Pero ¿cómo van a invocarlo, si no han creído en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír, si no hay quien les anuncie el mensaje? ¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!»
Pero no todos han aceptado el evangelio. Es como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha creído al oír nuestro mensaje?» Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo.
Pero yo pregunto: ¿Será tal vez que no oyeron el mensaje? ¡Claro que lo oyeron! Porque la Escritura dice:
«La voz de ellos salió por toda la tierra,
y hasta los últimos rincones del mundo llegaron sus palabras.»
Y vuelvo a preguntar: ¿Será que los de Israel no se han dado cuenta? En primer lugar, Moisés dice:
«Yo los pondré a ustedes celosos
de un pueblo que no es pueblo;
los haré enojar contra un pueblo
que no quiere entender.»
Luego, Isaías se atreve a decir:
«Los que no me buscaban, me encontraron;
y me mostré a los que no preguntaban por mí.»
Y al hablar de los israelitas, Isaías dice: «Todo el día extendí mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.»

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