Oswald Chambers: Esperanza- Una promesa santa Muestra

La felicidad es una cosa que va y viene, nunca puede ser un fin en sí misma; la santidad, no la felicidad, es el fin del hombre. El gran diseño de Dios en la creación del hombre es que él podría "glorificar a Dios y disfrutarlo para siempre". Un hombre nunca conoce la alegría hasta que se relaciona correctamente con Dios. El argumento de Satanás es que puede hacer que un hombre esté satisfecho sin Dios, pero todo lo que logra hacer es dar felicidad y placer, nunca alegría. Nuestras vidas significan mucho más de lo que podemos decir, cumplen algún propósito de Dios sobre el cual no sabemos nada; nuestra parte es confiar en el Señor con todo nuestro corazón y no apoyarnos en nuestra propia comprensión. La sabiduría terrenal nunca puede acercarse al umbral de lo Divino; si nos quedamos cortos de lo Divino, no llegaremos al propósito de Dios para nuestras vidas. Preguntas de reflexión: ¿Paso más tiempo y energía persiguiendo mi "derecho" a la felicidad o el llamado de Dios a la rectitud? Si todo lo que espero es felicidad, ¿qué estoy en peligro de perder? Citas tomadas de Bringing Sons to Glory, © Discovery House Publishers