Oswald Chambers: Esperanza- Una promesa santa Muestra

La expectativa del corazón debe estar basada en esta certeza: "En todo el mundo no hay nadie más que Tú, mi Dios, no hay nadie más que Tú." Hasta que el corazón humano descanse allí, cualquier otra relación en la vida es precaria y terminará en desamor. Solo hay un Ser que puede satisfacer el último abismo doloroso del corazón humano, y ese es el Señor Jesucristo.

Toda la historia de la envidia y la crueldad en las relaciones humanas se resume en la demanda de satisfacción infinita de los corazones humanos. Nunca lo conseguiremos, y estamos propensos a volvernos crueles, vengativos, amargados y, a menudo, criminales. Una vez que el corazón está bien con Dios y el verdadero centro de la vida está satisfecho, nunca esperamos ni exigimos la satisfacción infinita de un corazón finito; nos volvemos absolutamente amables con todos los demás corazones y nunca nos convertimos en una trampa.

Preguntas de reflexión: ¿Qué revela mi falta de bondad sobre mi deseo de satisfacción de alguien que no sea Dios? ¿Cómo cambiaría mi actitud hacia las personas si toda mi esperanza estuviera en Dios?

citas tomadas de The Moral Foundations of Life, © Discovery House Publishers