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Libérame de las limitaciones físicas: Estoy lesionado

En 1866, un año después de que terminó la Guerra Civil de los Estados Unidos, el estado de Mississippi utilizó la mitad de su presupuesto en la compra de prótesis para los veteranos que regresaron y habían sufrido amputaciones en el campo de batalla.

Los niños también pueden sufrir lesiones que les roban la libertad de movimiento “Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies. Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán. su nodriza lo tomó y huyó, pero mientras huía apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset” (2 Samuel 4:4).

¿Conoce a alguien que esté bajo el efecto de una lesión grave?, ¿de un accidente automovilístico?, ¿de un accidente de trabajo? Una de las estrategias liberadoras temporales de Dios es utilizar un desastre para unir a las personas. Todos crecemos cuando ayudamos y cuando nos ayudan. Otro de sus dones es el de la naciente ciencia de las prótesis; es muy emocionante ver personas que bailan y hasta coreen con piernas artificiales.

Lo mejor de todo es la restauración total que Dios nos promete en el cielo. Isaías, en el capítulo 35, promete que en el cielo el cojo saltará como ciervo. No puedo esperar.