Aceptémonos Unos A OtrosMuestra

Unidad en la comunidad

“Individualismo feroz” es una expresión que usaba con frecuencia el presidente Herbert Hoover; y se convirtió en un tema de su presidencia. Se refiere a un rasgo de los estadounidenses que apreciaban y querían fomentar: que la gente trabaja duro y cuida de sí misma, y no depende de otros ni pide limosna.

Pero esa admirable cualidad se puede convertir en individualismo feroz, cuando las personas piensan solo en ellas mismas, cuando miran a sus relaciones sólo por lo que pueden obtener de ellas. A Dios le complace que haya diversidad de puntos de vista: después de todo, nos hizo muy diferentes unos de otros. Pero el desarrollo de creencias básicas sobre Dios no es parte de las opciones individuales.

Hay un núcleo de verdad revelada sobre Dios y sus poderosas obras en la historia humana que no es negociable. “Y el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús” (Romanos 15:5). Hay un solo Dios, no muchos. Hay una sola fuente de la revelación, no muchas. Hay una sola fe, un solo bautismo, una sola Santa Cena, un solo Salvador, un solo cielo.

Por eso, las reuniones de los cristianos no son sólo un encuentro al azar de individuos, sino un organismo vivo. Los buenos líderes trabajan duro por la unidad de creencias de las personas y por la unidad de propósito y misión. Los buenos seguidores ayudan a que la unidad se afiance y crezca.