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"Jesús Y Mi Caos Mental"Muestra

"Jesús Y Mi Caos Mental"

DÍA 3 DE 3

"El método de David"

Salmo 103:1-2

Hay algo que aprendí de David en relación con la alabanza al Señor. Su forma tan hermosa de adorar a Dios a través de la música; sus salmos y su danza me enseñan cuán importante es adorar sin importar el momento, mis sentimientos o mis pensamientos.

Cada salmo de David es una expresión genuina de alabanza, pero también una expresión de su corazón humano: de sus luchas, temores, arrepentimientos y esperanzas. David no ocultaba su dolor delante de Dios; lo convertía en adoración. Su vida me recuerda que la verdadera alabanza no depende de cómo me sienta, sino de quién es Dios.

Aun en medio del quebranto, David elegía adorar, y esa adoración lo mantenía firme, restauraba su fe y le recordaba que Dios sigue siendo digno, incluso en los valles más oscuros.

“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.”

Salmo 34:1

Recuerdo una noche en la que el caos en mi mente era abrumador. En medio de esa confusión, me puse de pie y comencé a danzar en mi cuarto. Dancé al Señor mientras las lágrimas caían y mi mente estaba llena de pensamientos catastróficos y sin esperanza. No te diré que fue una fórmula mágica, porque no lo es. La adoración no siempre quita el dolor de inmediato, aunque a veces Dios obra de forma instantánea. En mi caso, fue un proceso. Empecé a hacerlo con frecuencia, y hoy puedo decir que la sanidad y la paz que experimento nacieron y nacen de esos momentos en los que decido ponerme de pie y adorar a Dios en medio del caos mental.

Las terapias fueron esenciales en este proceso de sanidad, pero lo que realmente transformó mi vida fue la voz de Dios en medio de todo. Cada tiempo de lectura intencional, cada alabanza, cada oración, cada lágrima derramada sobre su regazo sanaba cada parte rota de mi alma y traía orden a mis pensamientos. No fue fácil tener disciplinas espirituales en este tiempo, pero déjame decirte que hacerlo a pesar de no tener ánimos salvó mi vida.

Y ese, amigo mío, es el “método de David”: una vida llena de momentos en los que derramas tu corazón delante de Dios, lloras, tiemblas de miedo, eres humano, pero al final te pones de pie y alabas a ese único Dios más grande que cualquier caos.

“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.”

Salmo 42:5

“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.”

Salmo 103:1–2

Querido amigo(a):

Oro a Dios para que este plan haya sido de bendición para tu vida. Que el Señor fortalezca tu espíritu y traiga orden y paz a tus pensamientos. Entrégale a Él todas tus ansiedades y recuérdale a tu alma lo grande, fiel y bueno que es Dios.

Si eres chica y deseas unirte a una comunidad virtual cristiana sigueme en mi pagina de Intagram y unete a los Estudios Biblicos Online y tiempos de Oracion: Desde la Raiz IG Desde la Raiz IG

Acerca de este Plan

"Jesús Y Mi Caos Mental"

Durante la pandemia enfrenté ansiedad, depresión, estrés postraumático y TOC. Pensé que no habría salida, pero Dios sanó mi alma a través de Su Palabra, la terapia y personas que me acompañaron. Este plan es un testimonio de que Dios puede restaurar tu mente y tu corazón, y usar tu historia para traer esperanza a otros.

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Nos gustaría agradecer a Daniela Berrios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.desdelaraizcommunity.com