"Jesús Y Mi Caos Mental"Muestra

"Elías y su depresión"
1 Reyes 19:1-18
Durante la pandemia, recuerdo haber enfrentado una crisis de ansiedad muy intensa. Los pensamientos catastróficos e intrusivos eran muy fuertes por lo que por primera vez, busqué ayuda profesional. Fue una decisión que formó parte de la obra de sanidad que Dios anhelaba realizar en mi alma y en mi corazón. Dios estuvo presente en cada detalle de mi proceso. En cada sesión de terapia y en cada oración, la Palabra de Dios nunca faltó: esa palabra que me daba aliento y vida para seguir adelante. Oro para que Dios haga lo mismo; traiga paz a tu mente mientras lees este plan que salió de su corazón para ti.
Recuerdo una de esas noches de crisis en las que oraba a Dios para que me permitiera irme con él, que no encontraba sentido a todo lo que vivía. Entre llanto y desesperación pronuncié estas palabras “Si mi vida te es útil y es importante para vos, ayudame”. Esa noche leí acerca de la historia de Elías en la cueva; este hombre de Dios muerto de miedo deseaba morirse como yo en aquel momento (1 Ry 19:3-4). Sin embargo Dios mandó un ángel a cuidarle, lo que me hizo recordar que a pesar de estar pasando por algo difícil Dios seguía estando a mi lado. Porque Dios no está ausente en tu crisis, Dios no se ofende por tu miedo o tristeza, como un buen Padre está dispuesto a cuidar de ti, traer calma a tu caos y levantarte de donde te encuentras.
Dios cuidó mucho de Elías en su momento más vulnerable; pero, sobre todo, fue calma en medio del caos que él vivía. Cuando Elías estaba en la cueva, Dios le dijo que saliera, porque Su presencia pasaría delante de él. Me conmueve cómo Su presencia es representada en esta parte de la historia: no como un ruido fuerte, sino como un viento apacible. La versión Palabra de Dios para Todos lo describe como “un sonido muy suave”. Dios no estaba en el ruido ni en el desorden, sino que se manifestó como un sonido delicado y suave, un susurro que trajo paz al caos de Elías; un sonido tan tierno y sereno, pero más fuerte que sus pensamientos y su miedo.
Así como Elías, también necesitamos salir de nuestra “cueva” interior, ese lugar donde el miedo,la tristeza, la ansiedad o el agotamiento nos han escondido, para poder escuchar la voz apacible de Dios. No es una voz que grita, sino una que susurra paz, esperanza y dirección.
Dios no sólo le devolvió fuerzas a Elías; también restauró su propósito. Le recordó que todavía quedaba camino por recorrer, que su historia no había terminado. De la misma manera, Dios también quiere levantarte y recordarte que no estás solo(a). Su presencia sigue siendo esa calma en medio del caos, ese susurro tierno que te invita a confiar otra vez.
Después del fuego, un silbo apacible y delicado (1 Reyes 19:12).
Oración: Padre mío, ayúdame a escuchar tu dulce voz y calma todos mis pensamientos. Ayúdame a levantarme y a ver hacia el futuro con esperanza y gozo. Sana mi corazón y llénalo de tu paz que sobrepasa todo entendimiento. ¡Amén!
Escrituras
Acerca de este Plan

Durante la pandemia enfrenté ansiedad, depresión, estrés postraumático y TOC. Pensé que no habría salida, pero Dios sanó mi alma a través de Su Palabra, la terapia y personas que me acompañaron. Este plan es un testimonio de que Dios puede restaurar tu mente y tu corazón, y usar tu historia para traer esperanza a otros.
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Nos gustaría agradecer a Daniela Berrios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.desdelaraizcommunity.com









