De Perseguidor a Apóstol: 7 Días en El Camino De La TransformaciónMuestra

Día 4: La Primera Palabra: "Hermano"

La gracia de Dios es divina, pero a menudo se nos entrega a través de un canal humano. Dios podría haber sanado a Saulo directamente, pero insistió en enviar a un discípulo ordinario y temeroso llamado Ananías. La primera palabra que Ananías le dijo al terror de la Iglesia no fue de juicio, sino de aceptación: "Hermano". Esa palabra fue la gracia hecha audible. El toque de sus manos fue la gracia hecha tangible.

​La restauración rara vez ocurre en aislamiento. Necesitamos a la comunidad de creyentes. ¿Quién ha sido un "Ananías" para ti, alguien que te mostró la gracia de Dios cuando más lo necesitabas? Y una pregunta aún más importante: ¿Para quién te está llamando Dios a ser un Ananías? A menudo, el mayor milagro que podemos hacer es extender una mano de aceptación a alguien que espera ser rechazado.

Preguntas para la reflexión

• ​¿Quién es esa persona en tu vida a la que te cuesta llamar "hermano" o "hermana" debido a su pasado o sus errores?
• ​¿Recuerdas a alguien que haya sido un "Ananías" para ti, mostrándote gracia cuando te sentías indigno? ¿Cómo puedes hacer lo mismo por alguien más hoy?

​Oración

​Señor Jesús, te doy gracias porque no nos dejas solos en nuestro quebrantamiento. Gracias por el regalo de la Iglesia y por las personas que has usado para mostrarme Tu gracia. Te pido que me des el corazón de Ananías. Quita de mí el miedo y el juicio, y dame la valentía de acercarme a aquellos que se sienten marginados o indignos. Ayúdame a ser un puente de Tu restauración y a pronunciar la palabra "hermano" o "hermana" con un amor genuino. Úsame para ayudar a otros a recobrar la vista. Amén.