De Perseguidor a Apóstol: 7 Días en El Camino De La TransformaciónMuestra

​Día 5: Ya no Vivo Yo

Esta es la declaración del corazón de Pablo, el secreto de su transformación. El "Saulo" que él era —orgulloso, violento, autosuficiente— murió. En su lugar, la vida resucitada de Cristo se convirtió en su nueva fuente de poder, identidad y propósito. Esto es más que un cambio de comportamiento; es un intercambio de vidas.

​Vivir esta verdad nos libera de la presión de tratar de ser "suficientemente buenos" con nuestras propias fuerzas. Significa que, en la tentación, no luchamos solos. En la debilidad, Su poder se perfecciona. En la incertidumbre, Su vida nos guía. La pregunta diaria para nosotros no es "¿Cómo puedo esforzarme más?", sino "¿Cómo puedo rendirme más para que Cristo viva a través de mí?". Cada día es una oportunidad para crucificar nuestro ego y permitir que la vida de Jesús se manifieste en nuestras acciones, palabras y pensamientos.

Preguntas para la reflexión

• ​¿Qué parte específica de tu "viejo yo" (orgullo, temor, enojo, egoísmo) necesita ser crucificada hoy para que Cristo brille más?
• ​En una situación práctica que enfrentes hoy (trabajo, familia, tráfico), ¿cómo se vería dejar que Cristo reaccione a través de ti en lugar de reaccionar tú mismo?

​Oración

​Señor Jesús, declaro hoy la verdad de Tu palabra sobre mi vida: he sido crucificado contigo. Mi viejo yo, con su orgullo y su pecado, ha sido clavado en Tu cruz. Te pido que hoy, en este momento, no viva yo, sino que Tú vivas a través de mí. Manifiesta Tu paciencia cuando yo sea impaciente, Tu amor cuando yo sea egoísta, Tu fuerza cuando yo sea débil. Ayúdame a vivir este día por la fe en Ti, confiando en que Tu vida en mí es más que suficiente para todo lo que enfrente. Amén.