Fe que sana

Hechos 3:7 (RVR1960):
“Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos.”

Lo que Pedro hace aquí es convertir las palabras en acción, o talvez la acción en palabras. No solo habló; actuó en fe al levantar al hombre. Más adelante, Pablo también explica que fue la fe en Su Nombre la que fortaleció al hombre (Hechos 3:16).

La fe es la clave para la sanidad.
La fe no es pensamiento positivo ni deseo ilusorio; es una confianza firme en las promesas de Dios. Hebreos 11:1 (RVR1960) nos da la definición más conocida de la fe: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

Aplicado a la sanidad del hombre cojo, vemos que Pedro aún no había visto el milagro realizado, pero creyó que sucedería.
La fe fue la evidencia de lo que todavía no se manifestaba.

A veces esperamos una prueba tangible antes de creer o actuar, pero Dios nos pide lo contrario: que confiemos en Su Palabra antes de ver la evidencia.
Dios permitió que Pedro levantara al hombre antes de que sus tobillos fueran fortalecidos, y ocurrió al instante.

Si deseas un milagro de sanidad, sea para ti o para alguien más, pídele a Dios que fortalezca tu fe. Lee la historia de Pedro como si tú fueras quien recibe el milagro, o quien levanta a otro.

Pídele que te dé la seguridad de que Su Palabra es verdadera y que Él cumplirá lo que ha dicho. La fe en el Nombre de Jesús es poderosa solo porque Jesús mismo da el poder.
No tienes que creer en ti mismo, solo en Dios.

Reflexión
¿Dudas en actuar con fe, quizá esperando las circunstancias “perfectas”?

Oración
Dios amado, fortalece mi fe. Ayúdame a dar pasos de obediencia y a confiar plenamente en Ti. Amén.