Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Naciendo en Un PesebreMuestra

Naciendo en Un Pesebre

DÍA 3 DE 3

Nacer como Él

El pesebre no fue solo el lugar donde Jesús nació; fue el reflejo de su corazón. Un espacio sencillo, sin grandeza ni ruido, pero lleno de la presencia de Dios.

Él eligió comenzar en lo más pequeño, sin aplausos ni reconocimiento, y aun así, todo el cielo celebró ese momento.

“El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros.” Juan 1:14

Jesús no vino solo para nacer entre nosotros; vino para nacer en ti, en mi, en cada uno de nosotros.

Para que su carácter, su ternura y su obediencia encuentren espacio dentro de tu alma. Para que, en medio de tus imperfecciones, algo de Él empiece a brillar.

Y quizá hoy podamos hacernos esta pregunta: ¿Qué parte de Jesús quiero que nazca en mí, como en aquel pesebre?

Tal vez hoy necesitas que nazca su humildad, esa que no busca ser vista, sino servir. (Filipenses 2:5–7)

O que nazca Su paz, esa que no depende de lo que pasa afuera, sino de quién habita dentro. (Juan 14:27)

Tal vez anhelas que nazca su amor, ese que perdona aun cuando le hieren, que abraza incluso cuando duele. (Lucas 23:34)

Y también su luz, esa que no huye de las sombras, sino que las transforma.(Juan 8:12)

Quizás también necesitas que nazca su obediencia, esa que dice “sí” aun cuando cuesta, que confía cuando no entiende, y que se somete por amor, no por obligación, como lo hizo en la cruz. (Lucas 22:42)

O que nazca su compasión, esa mirada que no juzga, sino que levanta. (Mateo 9:36)

Cuando permites que Cristo nazca en ti, tu manera de ver cambia, tu manera de amar se transforma, y hasta lo más cotidiano se vuelve sagrado.

Quizás Él quiere nacer en tu forma de hablar, para que tus palabras lleven paz.

Quizás quiere nacer en tu forma de reaccionar, para que respondas con gracia y no con enojo. O en tu manera de esperar, para que aprendas a confiar sin controlar.

Nacer como Jesús no significa ser perfecto, sino permitir que Su naturaleza crezca dentro de ti cada día.

Que donde antes había orgullo, ahora nazca mansedumbre. Donde había prisa, nazca paciencia. Donde había miedo, nazca fe. Donde había juicio, nazca compasión. Donde había indiferencia, nazca misericordia. Donde había silencio, nazca una palabra de consuelo. Donde había cansancio, nazca un “sí” nuevo para seguir amando.

Porque cada vez que perdonas, estás naciendo como Él. Cada vez que eliges servir sin esperar nada, estás naciendo como Él. Cada vez que escuchas en lugar de responder con enojo, estás naciendo como Él. Cada vez que abrazas al que se siente solo, estás naciendo como Él. Cada vez que confías cuando no ves, estás naciendo como Él. Cada vez que eliges amar, aun sin ser correspondido, estás naciendo como Él.

Y en esos pequeños nacimientos silenciosos, pero reales, su vida se forma en ti.

Ese es el verdadero milagro de Belén: que en un lugar pequeño, Dios hizo nacer algo eterno. Y que hoy, en un corazón dispuesto, puede seguir haciéndolo otra vez.

Acerca de este Plan

Naciendo en Un Pesebre

Cada diciembre recordamos el nacimiento de Jesús, pero más allá del pesebre, los ángeles o las luces, hay una verdad profunda: Él eligió nacer en lo humilde. No buscó un lugar perfecto, sino un corazón dispuesto. Y quizás ese sea el mensaje más hermoso de la Navidad: que Jesús sigue queriendo nacer hoy, no en un lugar adornado, sino dentro de ti. Que Su amor, Su paz y Su humildad encuentren un espacio en tu corazón,

More

Nos gustaría agradecer a Un café con Jesús por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/_uncafeconjesus?igsh=MXV1ZW1oOWtwNm16dA==&utm_source=qr