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Naciendo en Un PesebreMuestra

Naciendo en Un Pesebre

DÍA 1 DE 3

Un pesebre para el Rey


Aquella noche en Belén, mientras todos dormían, Dios estaba escribiendo la historia más grande en el lugar más pequeño.

Las calles estaban llenas, las posadas sin espacio, y solo un rincón silencioso —un establo humilde— quedó abierto para recibir al Salvador.

“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:7

No hubo multitudes, ni música, ni comodidad. Solo una joven madre, un padre obediente y un niño que traía consigo la eternidad. El Rey del cielo eligió nacer entre el heno y los animales. No porque lo mereciera, sino porque quería mostrarnos que la gloria de Dios puede habitar en lo más sencillo.

En la quietud de esa noche, el cielo descendió sobre la tierra.

El pesebre no fue una casualidad, sino una lección, Jesús no busca lugares perfectos, busca corazones dispuestos.

Y es conmovedor imaginarlo así: el Rey de todo, envuelto en pañales, recostado sobre heno, tan grande, decidiendo hacerse pequeño. Mostrándonos que su presencia no depende del lugar, sino del corazón que lo recibe.

A veces nuestro interior se parece más a un establo que a un santuario, hay desorden, cansancio y rincones que preferimos ocultar.

Pero cuando pensemos en el pesebre, es momento de recordar que es justo ahí donde Jesús quiere nacer. No porque seamos suficiente, sino porque Él es más que suficiente.

Quizás eso es lo más hermoso del nacimiento del Salvador, que en medio del silencio, Dios escogió un rincón humilde para hacer algo eterno.

El mismo lugar donde nadie imaginó que nacería el Salvador fue donde comenzó la redención.

Y así también sucede cuando le abrimos nuestro corazón: Él llega, y lo que era oscuridad se llena de luz.

Porque cuando Jesús nace, hasta lo más pequeño se llena de gloria.

Acerca de este Plan

Naciendo en Un Pesebre

Cada diciembre recordamos el nacimiento de Jesús, pero más allá del pesebre, los ángeles o las luces, hay una verdad profunda: Él eligió nacer en lo humilde. No buscó un lugar perfecto, sino un corazón dispuesto. Y quizás ese sea el mensaje más hermoso de la Navidad: que Jesús sigue queriendo nacer hoy, no en un lugar adornado, sino dentro de ti. Que Su amor, Su paz y Su humildad encuentren un espacio en tu corazón,

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Nos gustaría agradecer a Un café con Jesús por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/_uncafeconjesus?igsh=MXV1ZW1oOWtwNm16dA==&utm_source=qr