La Navidad Y La Nueva CreaciónMuestra

El Buen Pastor
Era de noche en los campos de Belén. El frío cubría la hierba, y algunos pastores vigilaban sus rebaños. Eran hombres anónimos, acostumbrados al silencio y la soledad. En la escala social de Israel, estaban entre los últimos. Y fue precisamente a ellos a quienes el cielo se abrió. Una luz intensa envolvió a los pastores, y un ángel anunció: «Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor» (Lucas 2:11 NVI).
El mensaje de la Navidad no fue entregado a los poderosos, sino a los sencillos. La gloria divina no apareció en los palacios, sino en los campos. Y la noticia más importante de la historia fue dada a hombres que olían a oveja. Así actúa el Dios encarnado: entra por la puerta trasera del mundo. Aquello que el hombre llama marginal, Dios lo llama esencial.
Los pastores corrieron a Belén y encontraron a María, a José y al bebé acostado en un pesebre. Aquella escena común era el centro de la realidad. El Creador se había hecho Pastor. El Dios del Salmo 23 ahora tenía manos humanas, mirada tierna y voz. «Yo soy el buen pastor», diría Jesús años después. «El buen pastor da su vida por las ovejas» (Juan 10:11 NVI).
La Navidad nos recuerda que el cuidado de Dios no es distante, sino cercano. Él no guía desde lejos: camina con nosotros, atraviesa los valles, comparte el polvo del camino. El Dios encarnado redime también lo cotidiano: el trabajo, el descanso, la mesa, el abrazo. El campo de los pastores se convierte en altar, porque la presencia de Cristo transforma lo común en sagrado.
Escucha la voz del Buen Pastor en medio del ruido de tu rutina. Pídele que te guíe a reconocer su presencia y su santidad en los pequeños detalles de tu día, para que tu vida sea un altar que transforme lo común en sagrado, iluminando el mundo con la gloria de Cristo.
Acerca de este Plan

La Navidad es más que una fecha conmemorativa: es el momento en que el Creador entra en su propia creación para restaurarla. A lo largo de cinco breves devocionales, serás guiado a contemplar a Cristo que viene, al Rey que sirve, al Pastor que guía, al Cordero que se entrega y a la Luz que jamás se apaga. Que este recorrido reavive en ti la certeza de que el Evangelio no solo salva, sino que también restaura todo lo que el pecado ha herido, alcanzando cada esfera de la existencia y sometiendo toda la vida al señorío de Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Vitral Podcast por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: keepo.io/vitralpodcast
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