Servir Como Jesús: Aprendiendo Del Que Lavó Los PiesMuestra

Día 3 – Llamados a hacer lo mismo
Versículo base:
“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” — Juan 13:15
Reflexión:
Después de lavar los pies de sus discípulos, Jesús vuelve a su lugar, se sienta y les explica el significado de lo que acaba de hacer. No fue un gesto simbólico sin propósito. Fue una enseñanza viviente, un modelo, un ejemplo que Él espera que sus seguidores imiten.
“Les he dado ejemplo". Con esas palabras, el Maestro nos entrega una responsabilidad: repetir lo que hemos visto en Él. No basta con admirar a Jesús; debemos reflejarlo. No basta con cantar de Su amor; debemos encarnarlo. El Reino no se construye con espectadores, sino con discípulos que deciden vivir como su Maestro.
Jesús no delegó esta tarea solo a líderes, pastores o ministros. El llamado a servir es universal. Cada creyente que ha sido lavado por Cristo está invitado a hacer lo mismo por otros: a amar, restaurar, consolar, levantar y servir.
El acto del lavamiento de los pies no se trata únicamente de humildad, sino de transferencia espiritual. Cuando Jesús lavó los pies de sus discípulos, les estaba entregando un modelo de vida, un diseño del Reino: servir es la forma más alta de liderazgo.
En el mundo, servir se asocia con debilidad, pero en el Reino, servir es autoridad. Cuando eliges humillarte, el cielo te exalta. Cuando eliges amar al que no lo merece, demuestras que la naturaleza de Cristo vive en ti.
El servicio no es un acto externo, es una evidencia interna de transformación. El que ha sido amado profundamente, inevitablemente ama. El que ha sido lavado por Jesús, inevitablemente sirve.
Jesús sabía que el amor debía mostrarse, no solo decirse. Por eso se levantó, tomó la toalla y lavó pies. Nos enseñó que la verdadera fe no se mide en palabras, sino en gestos.
El cristianismo no es solo creer en Cristo, es parecerse a Cristo. Y parecerse a Él significa estar dispuesto a inclinarte, aun cuando otros no lo hagan.
Tal vez el Señor te está llamando a servir en lugares que no esperabas:
- A perdonar donde fuiste herido, a amar sin recibir nada a cambio, a levantar a alguien que te falló, a mostrar el carácter del Maestro cuando nadie más lo hace.
Servir como Jesús es actuar desde la gracia, no desde la conveniencia. Cuando Jesús dijo “hagan lo mismo”, no estaba hablando de una simple acción, sino de un estilo de vida.
Nos enseñó que no hay tarea pequeña si se hace con amor, y que no hay corazón tan lejos que no pueda ser alcanzado por un acto de servicio.
Aplicación:
Hoy, piensa: ¿a quién puedes servir? ¿A quién puedes lavar los pies con tus acciones, tus palabras o tu tiempo?
Quizás no tengas una toalla literal, pero tienes manos, voz, compasión y dones que pueden tocar la vida de alguien.
Recuerda que servir no siempre se nota, pero siempre deja huellas.
Oración:
Señor Jesús, gracias por darme ejemplo con Tu vida.
Quiero parecerme a Ti, no solo en lo que digo, sino en cómo amo y sirvo.
Haz de mí un reflejo de Tu humildad.
Enséñame a ver las necesidades de otros y a responder con compasión.
Que mis manos sean una extensión de las Tuyas, y mi corazón, un lugar donde Tu servicio se haga visible.
Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Jesús no sólo habló del amor, lo demostró. En la última cena, el Maestro se levantó de la mesa, se ciñó una toalla y lavó los pies de sus discípulos. En ese acto nos enseñó que el verdadero liderazgo nace del servicio y la humildad. Este plan, inspirado en la canción “Maestro” de Nayeth Perea Ft Madely Marquez, te llevará a mirar a Jesús como el Maestro que enseña sirviendo y que nos llama a hacer lo mismo: amar, limpiar y restaurar con nuestras manos y corazones.
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Nos gustaría agradecer a Nayeth Perea Rojas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/nayethpereamusic









