Crisis De Interpretación: Entendiendo La Biblia en El Siglo XXIMuestra

Día 2 – Volver al Texto: No Todo significa lo que tú quieres.

Una de las frases más comunes que escuchamos hoy es:
“Para mí este versículo significa...”
Y aunque parezca inofensivo, esa frase puede abrir la puerta a una interpretación centrada en uno mismo en lugar de centrada en Dios. La Biblia no fue escrita para que cada uno le dé su propio “sentido”, como si fuera un horóscopo. Fue escrita para revelar el corazón, la voluntad y el plan de Dios. Y por eso hay una forma correcta e incorrecta de usarla.

Pablo le dice a Timoteo que sea un obrero aprobado. ¿Cómo? Usando bien la Palabra. Eso implica estudio, humildad y responsabilidad. No podemos usar la Biblia para justificar lo que queremos o para tranquilizar una conciencia que no quiere cambiar.

Cuando leemos mal la Palabra:

• Hacemos a Dios decir cosas que nunca dijo.
• Nos cerramos a la corrección del Espíritu.
• Transformamos el mensaje del Reino en algo egocéntrico.

Interpretar correctamente la Biblia significa:

• Leer el contexto (histórico, literario y espiritual).
• Dejar que la Biblia interprete a la Biblia.
• Buscar el corazón de Dios, no solo una promesa rápida.

Volver al texto no es volver a la letra… es volver a Cristo. Porque la Palabra escrita revela al Verbo encarnado. Y cuanto más lo conocemos, más correctamente entendemos todo lo demás.

Oración:
Jesús, no quiero usar tu Palabra como un espejo para mis deseos, sino como una espada que transforme mi corazón. Ayúdame a estudiar con reverencia, a leer con entendimiento, y a reconocer tu voz por encima de la mía. Amén.

Desafío práctico:
Elige uno de los versículos que más te gustan o que usas frecuentemente.
Búscalo en tu Biblia, lee todo el capítulo y anota:

• ¿A quién se lo dijo Dios?
• ¿En qué contexto?
• ¿Qué principios eternos puedo aplicar hoy?

Mañana veremos por qué tanta gente prefiere una “nueva palabra” antes que estudiar lo que Dios ya dijo.