Contrastes. El Corazón Del CreativoMuestra

Unidad creativa vs. Competencia ministerial
La creatividad dentro del ministerio puede ser un reflejo poderoso del corazón de Dios, pero también puede revelar las batallas del corazón humano. Pablo nos recuerda que somos un solo cuerpo en Cristo, y que aunque cada miembro cumple una función distinta, todos servimos al mismo propósito. El problema comienza cuando olvidamos que la meta no es brillar más que los demás, sino hacer visible a Cristo en todo lo que creamos.
Hace poco viví de cerca la división dolorosa de una iglesia. Como era de esperarse, los equipos también se fracturaron, y el equipo creativo no fue la excepción. Lo que vino después fue casi una competencia abierta en redes: publicaciones, reels, diseños y fotografías que parecían más una vitrina de quién podía hacerlo mejor que una expresión del evangelio. En lugar de edificar, se volvió un escaparate de egos. Ese es el peligro de la competencia ministerial: sustituye lo esencial de la Iglesia que es mostrar a Jesús, por la comparación y competencia.
Por el contrario, también he experimentado lo hermoso que se siente servir en unidad, incluso entre personas con ideas muy diferentes. Durante quince años mi esposo y yo servimos en el liderazgo de jóvenes. Ahí aprendimos que organizar campamentos, congresos o reuniones no solo implicaba logística, sino también aprender a dejar de lado los egos para que Dios pudiera moverse con libertad. Las reuniones más memorables no fueron las mejor planeadas en lo humano, sino aquellas en las que como líderes decidimos rendirnos en unidad delante de Dios. Fue en esos momentos donde la presencia de Dios desbordó lo que nuestras manos podían lograr.
¿Qué refleja una iglesia que vive en competencia? Refleja cansancio, división y un mensaje contradictorio: “predicamos a un mismo Cristo, pero no sabemos caminar juntos”. La competencia termina robando la autenticidad del mensaje y proyectando la idea de que lo más importante es ser vistos. En cambio, una iglesia que vive en unidad refleja el carácter de Cristo mismo: humildad, amor y servicio. La unidad no solo atrae a las personas, sino que las transforma, porque muestra un evangelio vivido en comunidad.
Cuando entendemos que cada don, cada idea y cada talento son parte de un propósito mayor, dejamos de ver a los demás como rivales y comenzamos a verlos como aliados. En el cuerpo de Cristo no hay lugar para competencia porque no todos somos manos, ni todos somos ojos; pero todos somos necesarios. La diversidad creativa no es una amenaza, es la riqueza con la que Dios adornó a su Iglesia.
Además, la unidad creativa tiene un impacto eterno. Lo que se construye desde el ego tiene fecha de caducidad, pero lo que se edifica desde la unidad y el amor permanece. El Salmo 133 nos recuerda que donde hay unidad, allí envía Dios bendición y vida eterna. En otras palabras, la verdadera fuerza de un ministerio no está en su capacidad de producción, sino en su capacidad de permanecer unido bajo la dirección del Espíritu.
Hoy más que nunca necesitamos creativos que reflejen a Cristo trabajando en unidad. Y no solo hablamos del equipo que toma fotos, graba videos o maneja redes sociales, sino de todos los que sirven con creatividad en cualquier área: quienes dan la bienvenida, los maestros de niños, los que limpian los baños o preparan la iglesia. La creatividad no se mide por quién tiene la mejor idea o la publicación más viral, sino por cuánto hacemos visible el Reino cuando dejamos a un lado la competencia.
La unidad no significa pensar igual, sino avanzar en la misma dirección. Así que elige hoy: ¿serás parte de la competencia que divide o de la unidad que multiplica? Vive para la unidad, porque donde hay unidad, allí habita Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan

En este devocional descubrirás uno de los contrastes más profundos con los que todo creativo se enfrenta: la lucha interna entre el ser espiritual y el ser carnal. Cada día decidimos a cuál de los dos alimentar. Si nutres a tu creativo espiritual, tu obra reflejará la esencia de Cristo; si alimentas al carnal, el ego terminará tomando el control. Este devocional es una exhortación a ser menos como nosotros y más como Jesús, un llamado a crear desde la verdad y no desde el orgullo.
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Nos gustaría agradecer a Departamento Creativo en la Iglesia por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/departamentocreativo1









