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Dolorosa Bendición: Cómo Enfrentar El Sufrimiento Con Fe, Esperanza Y GratitudMuestra

Dolorosa Bendición: Cómo Enfrentar El Sufrimiento Con Fe, Esperanza Y Gratitud

DÍA 2 DE 3

Alégrate en tus padecimientos

Si te estás preguntando por qué Dios ha permitido tanto sufrimiento en tu vida, medita en la cruz. Jesús no merecía sufrir. Él nunca pecó. Fue el ser humano más santo y perfecto que ha nacido de mujer. Sin embargo, el sufrimiento de Cristo fue dispuesto por Dios. «Formaba parte del buen plan del Señor aplastarlo y causarle dolor» (Isa. 53:10, NTV).

¿No te parece sorprendente? El Rey del universo, el Creador de todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles (Col. 1:16), dejó Su gloria celestial para venir a este mundo a experimentar el dolor y el sufrimiento en toda profundidad. «Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores […]. Fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades» (Isa. 53:4-5).

¡Cristo sufrió en nuestro lugar!

La condenación que merecemos por nuestros pecados fue imputada a Jesús y Su justicia a nosotros. Al darnos cuenta de que Dios hizo ese intercambio por amor, podemos aceptar con paciencia el dolor que Él permite en nuestras vidas. Y no solo se trata de soportarlo con buena actitud sino de alegrarnos porque el mismo Dios, que en Su gran amor nos llamó a tener parte en Su gloria eterna, nos concedió el don de sufrir.

Sí, aunque nos cueste comprenderlo: el sufrimiento es un regalo de Dios. Mira lo que dice el apóstol Pablo desde la prisión: «Porque a ustedes se les ha concedido, por amor de Cristo, no solo creer en Él, sino también sufrir por Él» (Fil. 1:29 LBLA). Esto significa que la fe y el sufrimiento son dos caras de una misma moneda. Así como Dios nos concede la fe para creer en Su Hijo, también nos concede el privilegio de padecer por Él.

Ahora, lee lo que le dice el apóstol Pedro a creyentes que estaban sufriendo persecución: «Porque para este propósito han sido llamados, pues también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles ejemplo para que sigan Sus pasos» (1 Ped. 2:21 NBLA).

El sufrimiento es una asignatura para todos los creyentes. Debemos aprender a ver nuestras penas como lo que son: parte esencial de nuestro caminar cristiano. Jesús, que sufrió injustamente, nos dejó ejemplo de paciencia en medio del sufrimiento. Así que alegrémonos, porque mientras soportamos pruebas y aflicciones, el Espíritu Santo nos va transformando a la imagen de Cristo, y Cristo en nosotros es la esperanza de gloria (Rom. 8:29).

Tómate unos minutos para meditar en los sufrimientos de Cristo. Luego, eleva una oración a Dios, pidiéndole que te conceda la gracia para soportar tus aflicciones con la misma paciencia y obediencia que tuvo Jesús en Sus padecimientos.

Acerca de este Plan

Dolorosa Bendición: Cómo Enfrentar El Sufrimiento Con Fe, Esperanza Y Gratitud

Una enseñanza errada sobre el sufrimiento puede llevar a las personas a apartarse de Dios cuando enfrentan la adversidad. Sin embargo, la Biblia enseña que Dios tiene un propósito bueno con nuestros padecimientos. Al meditar en los sufrimientos de Job y del Señor Jesús, aprenderás a sufrir con fe, esperanza y gratitud. Este plan de estudio fue tomado del libro Dolorosa bendición de la autora Liliana González de Benítez.

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Nos gustaría agradecer a Liliana González de Benítez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/lilivivelapalabra