CARTAS VIVIENTES: Mostrando a JESÚS con tu vidaMuestra

Un encuentro que lo cambia todo – Día 2

Nada marca tanto a una persona como un verdadero encuentro con Jesús. Los discípulos eran hombres comunes y corrientes, pero algo en ellos impactaba a quienes los rodeaban.

En Hechos 4:13 leemos: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.”

Lo que hacía la diferencia no era su educación, su poder ni sus títulos, sino el hecho de haber estado con Jesús. Su vida hablaba antes que sus palabras.

Ese mismo efecto se ve en los discípulos camino a Emaús. Después de hablar con Jesús, dijeron: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” (Lucas 24:32). Estar con Él enciende el corazón de tal manera que no podemos quedarnos igual.

Un verdadero encuentro con Cristo transforma la manera en que pensamos, sentimos y actuamos. Nos da valentía en la prueba, esperanza en el dolor y amor en medio del rechazo. Esa transformación no se puede ocultar.

Si querés impactar a los demás, no busques fórmulas ni discursos perfectos: buscá más tiempo con Jesús. Porque cuando alguien está con Él, inevitablemente lo refleja.

Habla con Dios y abrí tu corazón:
Jesús, gracias porque un día me encontraste y cambiaste mi vida. No quiero acostumbrarme a tu presencia ni vivir de recuerdos. Dame un encuentro fresco cada día con vos, para que los demás puedan ver que estuve con vos. Amén.

Te invito a pensar en lo siguiente:
¿Qué evidencia concreta muestra en tu vida que estuviste con Jesús?
¿Buscás encuentros diarios con Él o vivís de experiencias pasadas?

Próximamente en el día 3: Cartas vivientes
Mañana veremos cómo nuestra vida se convierte en la carta más poderosa que otros pueden leer.