Cristo, Nuestra Roca FirmeMuestra

Nuestra esperanza viva en la rendición

Cuando Él venga con el sonido de la trompeta, oh, que entonces sea hallado en Él, vestido solo con su justicia, sin mancha para presentarme ante el trono. En Cristo, la roca sólida, me mantengo firme;
todo otro terreno es arena movediza.

¡Este es un pasaje desafiante de Pedro! Él anima a la iglesia perseguida a soportar el sufrimiento. Deben rendirse a Dios en lugar de luchar con sus propias fuerzas. Después de animarlos a usar bien sus dones, confiando en Dios y siendo conscientes de las necesidades que los rodean, Pedro les da una advertencia. También les recuerda cuál será el final. Si bien Pedro ha sentado las bases, también les asegura su propósito y seguridad eternos. Este pasaje exhorta a los creyentes a permanecer alerta, orar y amarse profundamente unos a otros a medida que se acerca el fin. Se les anima a mostrar hospitalidad, a usar los dones que Dios les ha dado para servir a los demás y a hablar y actuar de manera que glorifiquen a Dios.

Considera

En un mundo lleno de personas que «luchan por sus derechos», ¿cómo nos prepara la enseñanza de Pedro sobre la fidelidad para lo que nos espera?

Oración

• Oremos unos por otros, por los dones que hemos recibido y por las oportunidades de utilizarlos en nuestras comunidades y en el ministerio de la Unión Bíblica, mientras servimos a los niños, los jóvenes y las familias.
• Pedro vuelve una vez más al tema que nos ocupa, el sufrimiento de la comunidad. Les señala de nuevo el ejemplo de Jesús (v. 12-19). Piensa en los lugares de tu comunidad, tu país o el mundo donde los seguidores de Jesús están sufriendo. Dedica un tiempo a orar por ellos.
• Ora por los lugares de nuestro mundo que atraviesan una gran incertidumbre, donde la guerra, el hambre y la inestabilidad política amenazan la vida y el bienestar de las personas.