Encontrando a JesúsMuestra

Tengo sed
Salmos 42:1-2 (NTV)
“Como un ciervo anhela las corrientes de las aguas, así te anhelo a ti, oh Dios. Tengo sed de Dios, del Dios viviente".
No me gusta cuando mi hija Joan tiene un accidente. Como mamás, no queremos que les pasen cosas malas a nuestros hijos; pero algo que disfruto es que, en medio de su dolor y llanto, ella me busca, se aferra a mí, y la tomo entre mis brazos para consolarla.
No sé realmente si piensa que le quitaré su dolor de forma repentina, pero estoy segura de que ella sabe que encontrará consuelo y que voy a satisfacer cualquier necesidad que tenga. Personalmente, es algo que me llena, me satisface y me hace sentir que lo tengo todo.
Imagínate que cometiste un error, que te hicieron daño, que tenías grandes expectativas de ese trabajo nuevo o de la relación amorosa que comenzaste, y todo salió mal. Te ves en una situación dolorosa, desgastante y difícil. Creo que en momentos como estos sentimos nuestro mundo totalmente distorsionado: perdemos el sentido, nuestro propósito y nuestro enfoque; perdemos nuestra identidad. Luego, no sabes cómo acercarte a Jesús, no sabes ni por dónde empezar, no dimensionas siquiera lo que te está pasando, solo quieres responder a una necesidad que tienes en el corazón: “Tengo sed”.
Me encanta cómo el salmista se compara con un animal tan veloz, elegante y ágil como un ciervo. Esto nos recuerda que, pese a cualquier virtud que tengamos, nuestro sustento básico e irremplazable para vivir —como el agua— viene de nuestro Señor, quien nos promete darnos de esa agua viva y satisfacer todas nuestras necesidades. Nos promete estar con nosotros en nuestro dolor, ser nuestro ayudador y consuelo, y atendernos siempre.
Dios anhela ser encontrado y se revela a aquellos que, en medio de cualquier situación, tienen la osadía de clamar a ese Dios que suple todo, a ese Dios que no cambia y que siempre está dispuesto a perdonar, sanar, limpiar y volver a construir.
Este primer día quiero invitarte a no perder esta oportunidad en tu vida, a que puedas ver que realmente puedes correr a los brazos de un Padre que está dispuesto siempre a consolarte, limpiarte y darte de beber.
Quiero ayudarte a dar este paso y acompañarte a hacer una oración genuina a Dios.
Oración:
Señor, mi alma tiene sed de ti. Perdóname por no verlo antes, pero te necesito. Quiero estar cerca de ti y que suplas todas mis necesidades. Anhelo ver tu rostro en mi vida y ser un reflejo de tu amor. Te pido que recibas mi corazón así como está, porque sé que no lo dejarás igual. Estoy dispuesta a seguirte, pues solo tú tienes palabras de vida. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este devocional de tres días tiene como objetivo encontrarnos de una manera cercana y personal con Jesús, sabiendo que todas nuestras heridas, fracasos y necesidades, Él puede llevarlas. El reconocimiento de que necesitamos a Jesús es la base para poder encontrarnos con Él y para que, en medio de cualquier situación, sus promesas sean nuestro sustento; eso lo encontramos por medio de la esperanza. Por último, una vez que te encuentres con Jesús, tu vida será transformada, y esa transformación merece ser contada, para que muchos puedan conocer el poder de Dios a través de tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Ángeles López por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/angeleslopez90
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