Hallando paz y gozo en las tormentasMuestra

DÍA 1.

Lectura: Marcos 4:35-40

Hay tiempos en nuestras vidas en los que nos sentimos en medio de una tormenta. Sí, esas en las que parece que las olas golpean nuestra vida, y las aguas de las dificultades llenan nuestro día a día, nuestra vida e inundan nuestra barca.

Esto puede llenarnos de incertidumbre; sin embargo, esta es nuestra gran esperanza cuando hemos recibido a Cristo como nuestro Señor y salvador: ¡Jesús está en tu barca! Y también está en la mía.

Existen circunstancias en nuestra vida que se salen de nuestro control, así como el clima, como la naturaleza. Son elementos externos, fuera de nuestras manos; sin embargo, hoy quiero recordarte que el Dios que creó los mares, los vientos, los montes, los cielos y las galaxias… está en tu barca. Quizá nosotros podemos sentirnos angustiados ante lo que vemos, como los discípulos, pero siempre podemos clamar al Señor y ver su mano resguardándonos. Aquel Todopoderoso, quien puede ordenar a los vientos quedarse quietos.

Hoy quiero invitarte a que ancles tu fe en las promesas del Señor. ¡Él no te dejará, ni te abandonará!

“Pero ahora, Israel, pueblo de Jacob, el Señor que te creó, te dice: «No temas, que yo te he libertado; yo te llamé por tu nombre, tú eres mío. Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti.” Isaías 43:1-2 (DHH)

Aliéntese hoy tu corazón. El Dios creador te ama con amor eterno, tu padre y amigo fiel cuida de ti y atravesará contigo todo valle de sombra de muerte, toda tormenta y tempestad. Afírmate en las promesas de Dios y camina hoy descansando en su amor por ti.

No dejes que tu visión y mente se nublen. Descansa en Dios, pues no duerme el que te guarda (Salmo 121:3). Mantén tus ojos puestos en Jesús. Clama a Él y Él te responderá, búscalo de todo corazón en este tiempo y regocíjate en la fidelidad de nuestro Dios.

A veces la respuesta de Dios puede no parecer ir conforme a lo que esperamos, pero eso no hace que deje de ser buena, agradable y perfecta. Su amor por ti, sus promesas de vida eterna y su fidelidad siguen intactos. Él sigue estando allí y Él sí está en control de todas las cosas, cuando le entregamos el control. “Confía en el Señor de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas”. Proverbios 3:5-6

Pon tu confianza en aquel que dio su vida por ti y te promete vida eterna y salvación. Cuando nos paramos sobre esta roca firme de amor, todo cambia. Descansa en el amor, poder y fidelidad de Dios durante la tormenta.

La tormenta es pasajera, pero el amor de Dios por ti es eterno.

ORACIÓN:

Señor Jesús. Hoy te doy gracias porque estás en mi vida, porque estás en mi barca. Gracias por venir a este mundo, pagar por mis pecados y darme el regalo de la vida eterna contigo. Creo en ti, Dios creador del universo, y pongo delante de ti mi situación. Toma el control de las cosas que yo no puedo controlar y ayúdame a caminar en justicia en aquellas que sí puedo influenciar. Guía mi vida, toma el timón de mi barco. Hoy descanso en ti, Dios fiel, porque sé que eres bueno y estás conmigo. Te adoro. Oro en el nombre de Jesús, amén.