Ovejas, Monedas E HijosMuestra

Una moneda perdida

Ayer vimos como es el corazón de Dios ante aquellos que están perdidos, lejos del redil de las ovejas. Hoy, veremos la segunda parábola que conforma esta enseñanza de Jesús que nos habla de la misericordia de Dios.

Jesús cuenta la historia de una mujer que tenía 10 monedas de plata y una de ellas se pierde. Luego vemos a la mujer encender todas las lámparas de su casa y comienza a barrer cuidadosamente en búsqueda de la moneda perdida hasta que por fin la encuentra, la mujer se alegra tanto por haber encontrado la moneda que llama a todos sus amigos y vecinos a celebrar con una gran fiesta.

Lo curioso de esta historia, es que a diferencia de la anterior la moneda no se perdió en el campo, sino que se perdió dentro de la casa. Hay muchos que estando en una iglesia asistiendo con regularidad puede ser que se encuentren físicamente pero su corazón está muy distante. Es en estos casos que Dios usa a personas que con amor y esmero barren el polvo e iluminan nuestras vidas para poder volver a encontrarnos en casa.

Algo curioso también es que una moneda de plata no era algo de tanto valor ya que equivalía a un día de trabajo, sin embargo vemos que el esfuerzo y la alegría después de haberla encontrado eran sustancialmente mayores que el valor de la misma moneda.

¿Cuánto crees que vales para Dios? Ciertamente mucho más de lo que este mundo nos hace creer. Su palabra nos enseña que Dios no escatimó recursos para rescatarnos y volver a reconciliarnos con Él por medio del sacrificio de amor de Jesús en la cruz.

Te invito a que reflexiones hoy en el hecho de que aunque el mundo en el que vivimos tiende a robarnos valor, Dios dio lo más valioso que tenía, su hijo, por nosotros. Aquel que no conoció pecado, se hizo a sí mismo pecado para pagar nuestro rescate.

Oremos

Dios, te doy gracias porque hoy me muestras cuánto valgo para ti. Este mundo en el que vivimos dice que nuestro valor está en lo mucho que producimos, lo mucho que tenemos o lo mucho que nos conocen. Pero tu nos muestras que nuestro valor está en lo que somos en ti. Ayúdanos a comprender este amor y a animar a otros a ser encontrados por ti. Amén.