Tentación bajo control (Seducción)Muestra

¿Sabías que la tentación no empieza con un acto, sino con pequeños pensamientos? El pecado sexual inicia en nuestra mente con un: «y qué pasaría si…. Nadie se dará cuenta». Inicia realmente en lo que nadie puede ver: nuestro corazón y nuestra mente.
«Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón» (Mateo 5:28).
En este juego encontramos dos protagonistas: el seductor y el seducido. El seductor es quien intencionalmente o no, despierta sentimientos o emociones a partir de una mirada, una forma de vestir, una actitud o un comentario. El seducido es el que recibe todo lo anterior, y cuando cede a la tentación, a veces se victimiza, pero otras veces realmente fue ingenuo y cayó en el juego. ¿Logras identificar qué papel juegas tú?
Soy el seducido
La modelo del comercial de televisión, mi compañera que usa escote o faldas muy cortas, el chico del gimnasio que tiene espalda y brazos musculosos, la última canción que salió de reggaeton… Son ejemplos comunes de cosas que nos hacen caer en tentación.
¿Qué puedes hacer?
- Identifica qué pensamientos vienen a tu mente cuando los enfrentas: ¿te atrae? ¿Te hace pensar en tener relaciones sexuales? ¿No puedes dejar de mirar?
- Hay cosas que solo Dios te puede revelar, ora enfocado en el Salmo 139:23-24 «Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna».
- Respondete: ¿esto me acerca o me aleja de Dios? ¿Realmente quiero ser libre? ¿Qué límites debo poner?
- ¡Corre! Como lo hizo José ante las insinuaciones de la esposa del Faraón (Génesis 39:1-12).
Soy el seductor
¡El primer paso a la libertad es admitir nuestra lucha! No es fácil aceptar que somos nosotros la piedra de tropiezo para el otro.
¿Qué puedes hacer?
- Revisa la intención de tu corazón al vestirte de cierta manera, ¿sientes que te da valor o aceptación? ¿Quieres mostrar el resultado del ejercicio que haces? ¿Quieres sentirte sexy? ¿Te grabas bailando de manera sensual para subirlo a redes sociales? ¿Sientes que puedes obtener lo que quieres a través de ser coqueta(o)?
- Reflexiona en lo siguiente: «Pero ustedes deben tener cuidado de que su libertad no haga tropezar a los que tienen una conciencia más débil» (1 Corintios 8:9).
- Respondete: ¿realmente quiero dejar de seducir? ¿Qué cosas debo dejar de hacer para no ser yo quien lleve a pecar a otros?
- Ora: Espíritu Santo, te pido que me des convicción de las cosas que estoy haciendo mal, ayúdame, limpia mi corazón y santifica mi vida. Reconozco que he fallado y que necesito de ti.
Acerca de este Plan

¿Sabías que podemos pecar en nuestra área sexual sin ni siquiera dar un beso? Hemos categorizado los pecados como unos más graves que otros sin tener en cuenta que todos nos hacen el mismo daño y son iguales delante de Dios.
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Nos gustaría agradecer a El Lugar de Su Presencia por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: supresencia.com
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