Cuando Dios SorprendeMuestra

Día 5: Dios sorprende con gracia abundante

El hijo pródigo regresó a casa esperando apenas un lugar como jornalero. Pero su padre lo abrazó, lo vistió con el mejor traje, le dio un anillo y organizó una fiesta. El hijo pidió poco, pero recibió mucho más de lo que imaginaba: restauración completa y amor abundante.

Así es la gracia de Dios. Nosotros esperamos migajas, pero Él nos da un banquete. Creemos que nuestro pecado nos descalifica, pero Él nos sorprende con perdón, identidad y celebración como hijos amados.

La cruz de Cristo es la mayor sorpresa de la gracia: allí recibimos vida cuando merecíamos muerte, perdón cuando esperábamos condena.

Reflexión:

¿Has estado limitando lo que esperas de Dios porque piensas que no lo mereces? Recuerda que Su gracia siempre supera tu culpa.

Oración sugerida:

“Padre, gracias porque tu gracia me sorprende cada día. No me das lo que merezco, sino lo que necesito: tu perdón y tu amor. Hoy recibo tu abrazo y descanso en tu gracia abundante.” Amén.