Corazón de siervoMuestra

Día 3: Cuando un corazón dice sí, Dios obra.
Un corazón de siervo se descubre cuando nuestra mirada se fija en Dios y no en las circunstancias, en las personas o en lo que otros piensan. Jesús nos enseñó el camino más profundo de servicio: lavó los pies de Sus discípulos, mostrando que la verdadera grandeza está en la humildad y en entregar nuestra vida sin buscar reconocimiento.
El servicio auténtico no depende de tener recursos, talentos o estar en un lugar destacado. Depende de poner nuestro corazón en Él y permitir que cada acto —grande o pequeño— sea un canal para que Dios obre y transforme vidas. Cuando servimos con fe, aun sin ver el resultado inmediato, Dios prepara el camino y confirma Sus planes de maneras sorprendentes.
Uno de mis grandes anhelos era participar en un viaje misionero, pero no tenía los medios para hacerlo. Un día, durante un servicio, surgió la idea de hacer una rifa o actividad para recaudar fondos. Me dieron la posibilidad de anotarme, confiando en que Dios abriría la manera. Al día siguiente, asistí a un devocional donde el pastor habló sobre un llamado misionero, confirmando en mi corazón que era parte de Su plan. Con fe, me inscribí en el viaje, aunque aún no tenía el dinero.
Al día siguiente, sucedió algo increíble: unas personas muy queridas para mí me entregaron exactamente la cantidad que necesitaba para poder señar el viaje. Todo encajó de manera perfecta y pude cubrir todo el costo del viaje. Fue en el servicio, en mi disposición a decir “sí”, que Dios obró de manera tangible, confirmando que Él conoce nuestros anhelos y usa nuestro corazón entregado para cumplir Sus planes.
El servicio no es solo acción; es vida entregada, mirada puesta en Dios y disposición a obedecer. Cuando servimos, descubrimos que hay propósito en cada acto y que Dios tiene grandes planes de esperanza para nuestra vida, usándonos para llevarnos más lejos de lo que podríamos imaginar. Hoy te desafío a permitir que Dios obre a través de tu servicio, y quiero decirte: gracias por decir “sí” y por tu disposición a servir.
Cada acto de amor tiene un impacto eterno.
Oración:
Señor, ayúdame a decir “sí” cada día, a servirte con un corazón rendido. Enséñame a confiar en Tus planes, a entregar cada acción, grande o pequeña, sabiendo que Tú puedes obrar de maneras que yo no puedo imaginar. Que mi vida refleje Tu amor y que mis manos estén dispuestas a ser usadas por Ti. Amén.
Acerca de este Plan

El propósito de este devocional es animarte a descubrir la verdadera grandeza que hay en servir: vivir con un corazón rendido a Dios, dispuesto a amar en lo cotidiano y en lo secreto, reflejando en cada detalle el ejemplo de Jesús. Que puedas experimentar que el servicio no es una carga, sino un privilegio, un camino de intimidad con Dios y de transformación para tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Denise Candela Alderete por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/denalderete?igsh=dXllcTFlOXZ5em5h&utm_source=qr
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