Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

Este capítulo es singular, pues recoge las palabras de un hombre llamado Agur. Su mensaje brota de una profunda humildad y asombro ante la grandeza de Dios y la perfección de Su Palabra. Agur reconoce su limitación humana y exalta la pureza de la palabra divina, describiéndola como un escudo para quienes en ella confían. Su oración es una joya de sabiduría: “No me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario”. Es una súplica para vivir en dependencia diaria de Dios, lejos de la soberbia y del deseo insaciable.

Equipamiento

Este pasaje nos equipa para aprender a mantener un corazón humilde y dependiente, valorando la sabiduría divina sobre la propia experiencia. Reconocer nuestra limitación y la inmensidad de Dios, permite crecer espiritualmente y desarrollar relaciones más justas y amorosas.

Al corazón

¿Mi actitud ante la vida se parece a la humildad de Agur, que reconoce su propia ignorancia, o a menudo actúo como si lo supiera todo?

¿Reconozco mis límites y dependo de la guía de Dios?

Misión

Hoy, tu misión es hacer la oración de Agur. Tómate un momento para meditar en los versículos 8 y 9, pidiendo a Dios que te libre de la vanidad y la mentira. Hazlo con sinceridad, pidiéndole que te provea el “pan necesario” y que te conceda un corazón agradecido por Su provisión.