Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este capítulo, la sabiduría nos llama a la autodisciplina en varias áreas clave de la vida. Nos advierte contra el exceso en la comida y la bebida, contra el afán desmedido por las riquezas (que “se harán alas… y volarán al cielo”). Una de las exhortaciones más tiernas es la de un padre a su hijo: “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”.

Equipamiento

Este pasaje nos equipa para cultivar el dominio propio y entregar nuestro corazón a la sabiduría. Nos forma para valorar la verdad por encima de todo, como un tesoro que debemos adquirir y nunca soltar. Nos enseña que la verdadera obediencia no es solo un comportamiento externo, sino la entrega voluntaria de nuestro corazón a la dirección amorosa de nuestro Padre celestial.

Al corazón

¿Estoy dejando que los placeres temporales gobiernen mis decisiones?

¿Qué lugar ocupa la instrucción bíblica en mi vida diaria?

Misión

Hoy te animamos a elegir un área específica en la que enfrentas dificultad, ya sea en tiempo, dinero, alimentación o entretenimiento. Esta semana, decide someterla a la disciplina a través de la oración y a la soberanía de Dios, trabajando en el desarrollo de nuevos hábitos que lo glorifiquen.