Bajo Sus Alas: Salmo 91Muestra

DÍA 2 – PROTEGIDOS EN MEDIO DEL PELIGRO

“El Señor te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales. Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección” (Salmo 91:3-4 NTV)

El Salmo 91 no nos promete una vida libre de peligros, sino que nos asegura la protección de Dios en medio de ellos. La imagen de ser cubiertos con sus plumas es una metáfora de cercanía y cuidado, como una mamá ave que protege a sus polluelos.

Recuerdo una experiencia que viví de niño que me hizo entender este pasaje de una manera muy especial. Íbamos viajando en familia por la ruta, mi papá manejando tranquilo, cuando de repente vimos algo que nos alertó: dos caballos salieron disparados desde el monte, atados por una soga, y corrían directo hacia nosotros. En un segundo, mi papá apretó fuerte el volante y dijo en voz firme: “¡En el nombre de Jesús!”. Lo que pasó después todavía me sorprende: uno de los caballos se detuvo en seco, como si hubiera chocado contra una pared invisible, mientras el otro cruzaba la ruta. Esa pausa milagrosa nos dio justo el espacio para pasar por debajo del cable que la soga había tensado. Entendí que Dios nos había protegido de lo que podría haber sido un accidente fatal.

El Salmo 91 nos recuerda que, aunque las trampas estén presentes, Dios nos cubre con su protección. No significa que no habrá dificultades, sino que no estaremos solos. Su presencia es nuestra mayor seguridad.

Oramos juntos:

Señor, gracias por tu protección constante. En medio de los peligros, quiero confiar en tus promesas. Que tu presencia me cubra siempre, y que pueda ver tu mano protectora en cada paso. En el nombre de Jesús, amén.