La Prueba Del SilencioMuestra

La Prueba del Silencio
La integridad no se mide en lo que se muestra en público, sino en lo que se guarda en secreto. En Su palabra dice: "El chismoso revela secretos; el que es digno de confianza guarda el secreto" (Proverbios 11:13 PDT). Una de las pruebas más claras para discernir si alguien es confiable es observar cómo maneja lo que escucha en lo íntimo.
Hubo un tiempo en mi vida en el que admiré profundamente a una mujer. Pensé que podía ser una buena mentora para mí, y creí que sería digno abrirle mi corazón. Sin embargo, la palabra de Dios nos enseña: "No hay nada más engañoso que el corazón; no tiene remedio. ¿Quién lo entiende?" (Jeremías 17:9 PDT), y no siempre lo que sentimos es seguro. Le compartí un suceso íntimo, esperando comprensión y cuidado, pero pronto vi cómo esa confianza fue traicionada: comenzó a divulgar lo que le había confiado, incluso añadiendo cosas que yo nunca dije. Esa herida trajo tristeza a mi corazón, pero me llevó a la oración.
Allí, el Espíritu Santo me habló: “Perdónala, Yo me encargaré”. Fue difícil soltar y perdonar, pero esa experiencia me enseñó a depender más de Dios, a buscar Su dirección antes de abrir mi corazón, y a madurar en el proceso. Dice en Su palabra: "El Señor peleará a favor de ustedes; así que manténganse en silencio" (Éxodo 14:14 PDT).
La verdad es que hay personas que aparentan cercanía y confianza, pero sus intenciones están motivadas por envidia, competencia o deseos de obtener lo que Dios ya te ha entregado. Un corazón confiable no compite, no cela ni busca ser notado. Más bien, es fiel, discreto, honesto y lleno de honra.
Enseñanza de hoy
La confianza no se entrega por simpatía ni por emociones del momento, sino por discernimiento en el Espíritu. La escritura dice: "El prudente ve el peligro y lo evita; el insensato sigue adelante y recibe el daño" (Proverbios 22:3 PDT).
Acerca de este Plan

Confiar es una decision muy difícil y más; cuando has sido traicionado. No se trata solo de contar algo, sino de abrir el corazón. No todos saben valorar la confianza. Confiar no es un acto impulsivo, es una decisión guiada por el discernimiento. El Espíritu Santo nos enseña a observar más allá de las apariencias y a guardar silencio. Porque la confianza verdadera no se pide… se revela. Y el que es fiel con lo ajeno, demuestra que puede cuidar lo profundo. Dios guía a quién abrirle el corazón… y a quién no.
More
Nos gustaría agradecer a Yaiza Martínez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.yaizamartinez.org









