¿Perdidos en El Desierto?Muestra

Día 1. Las traiciones te pueden llevar al desierto

El desierto es un lugar con altas temperaturas de día, y mucho frío de noche. El calor, la sed, la transpiración y las inclemencias del contexto podrían rápidamente poner en peligro la vida de una persona que se encuentra desorientada y que no cuenta con el equipamiento correcto para atravesarlo. El desierto no es un lugar al que uno elige entrar y si por alguna razón se encuentra ahí, buscará con desesperación poder retomar la ruta que conduzca al destino anhelado. Sin embargo, muchas veces llegamos allí empujados por circunstancias dolorosas, incluso por aquellas causadas por personas cercanas a quienes amábamos y en quienes confiábamos. Eso le sucedió a José: de hijo preferido pasó a ser vendido por sus hermanos como esclavo y llevado a Egipto.

Los sueños que había recibido de parte de Dios parecían desvanecerse y quedar en el olvido. La frustración, el dolor y la traición eran aguijones en su carne que venían a recordarle todo lo que nunca podría llegar a ser ¿te pasó alguna vez?

Lejos de todo lo que conocía, en una tierra extraña y siendo vendido como esclavo, José decidió confiar en Dios y serle fiel. En la etapa inicial su fidelidad lo llevó a cambiar de condición: de esclavo pasó a ser prisionero por un delito que no había cometido. Su padre lo daba por muerto, Potifar su jefe, por infiel, su compañero de celda se olvidó de él, pero Dios lo seguía teniendo presente y todo lo que hacía José prosperaba.

La historia da giros impensados, y de estar preso pasó a administrar el país más poderoso de ese tiempo: Egipto. Y como se trata de procesos, podemos salir del desierto y de la situación externa que nos aflige pero es necesario que el desierto salga de nosotros para ser verdaderamente libres.

El perdón es un paso necesario para que el desierto salga de nosotros

La historia podría haber terminado ahí, sin embargo el punto decisivo fue cuando José tuvo enfrente nuevamente a quienes lo habían traicionado. La lucha interna fue real: ¿venganza o perdón? La Biblia relata que José no pudo contenerse y lloró a gritos. Finalmente entendió que todo lo vivido había tenido un propósito mayor: "Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros" (Génesis 45:5 RVR1960).

El perdón abrió camino a la restauración, a la libertad interior y al cuidado de todo su pueblo.

Reflexión

• ¿Has atravesado un desierto provocado por la traición o el dolor de alguien cercano?
• ¿Estás dispuesto a dejar que Dios saque ese desierto de tu corazón a través del perdón?

Oración guiada

Espíritu Santo, te pido que pueda salir de cualquier desierto en el que me encuentre hoy y que vos saques cualquier desierto que quiera permanecer en mí. Ayúdame a perdonar a los que me han lastimado, que me sea revelado lo que dice tu palabra: todas las cosas ayudan a bien a los que te aman. Que pueda creer más allá de lo que mis ojos naturales ven, y de lo que el contexto me grita. Tu palabra es sí y amén en mi vida, en el nombre de Jesús, amén