"Aprendiendo a Nadar: De la mano de Dios "Muestra

Día 5 Inspirando a otros a nadar en fe

Cuando logras nadar con confianza, no solo disfrutas tú, también inspiras a otros que todavía tienen miedo. Así como el instructor me sostuvo de la mano hasta que aprendí, ahora tú puedes animar a alguien más a no rendirse. La fe es contagiosa: cuando otros ven que confiamos en Dios a pesar de las dificultades, se fortalecen para dar sus propios pasos.

Dios no nos enseña a confiar solo para beneficio personal, sino también para que testifiquemos de su fidelidad. Cada victoria sobre el miedo se convierte en un mensaje de esperanza para quienes nos rodean.

Aplicación personal:

Termina este plan Pensando en alguien que esté pasando por un momento de miedo o incertidumbre. Escríbele un mensaje, haz una llamada o acompáñalo en oración. Tu testimonio puede ser la mano que lo sostenga hoy.

Oración:

Señor, gracias por enseñarme a confiar en ti. Ayúdame a ser un reflejo de tu amor y a inspirar a otros a nadar en fe, recordándoles que nunca estarán solos.