"Aprendiendo a Nadar: De la mano de Dios "Muestra

Día 2 Tomados de la mano
En casi todo mi curso de natación, estuve de la mano de mi instructor. Esa mano firme me daba seguridad: aunque no sabía cómo moverme en el agua, sabía que no me dejaría hundirme. Así es nuestra relación con Dios. Aunque no comprendamos cómo avanzar o las cosas no tengan sentido, Él nos toma de la mano y nos guía con paciencia.
A veces quisiéramos que nos soltara y nos dijera exactamente qué hacer, pero Dios prefiere caminar con nosotros. No se trata solo de llegar a la meta, sino de aprender a confiar en el camino. Y aunque el agua nos dé miedo, la mano de Dios es más fuerte que cualquier corriente.
Aplicación personal:
Piensa en un momento de tu vida en el que Dios te sostuvo, aunque parecía imposible seguir. Escríbelo y como recordatorio de su fidelidad.
Oración:
Gracias Señor porque nunca me sueltas. Aunque me siento débil, tu mano me da fuerza y dirección. Ayúdame a no soltarme de Ti. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

Confiar en Dios no siempre es fácil. Muchas veces el miedo nos paraliza cuando enfrentamos situaciones nuevas, inciertas o que parecen demasiado grandes para nosotros. En esta lectura de cinco días quiero invitarte a reflexionar sobre lo que significa caminar de la mano de Dios, usando como ejemplo una experiencia personal: aprender a nadar. Así como en el agua tuve que dejar de luchar con mis temores y confiar en que alguien me sostenía, en la vida espiritual también aprendemos a descansar en el Señor, paso a paso, hasta nadar en su confianza.
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Nos gustaría agradecer a Casa de Oración Torreón por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.facebook.com/casadeoraciontrc?mibextid=ZbWKwL
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