Las Miradas De JesúsMuestra

La mirada que cuida (En la cruz)

En la cruz, Jesús estaba sufriendo de manera indescriptible. Sin embargo, incluso en medio del dolor, sus ojos se posaron en quienes amaba: “Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre” (Juan 19:26-27 RVR60).

La mirada de Jesús fue de cuidado. Aseguró que su madre no quedara sola, confiándola al discípulo Juan. Este gesto nos muestra que Jesús, aun en la cruz, se preocupó por los detalles y las necesidades de los suyos.

Hoy también nos mira con esa misma ternura y atención. Él se ocupa de nuestras necesidades, nos da familia en la fe y nos llama a cuidarnos unos a otros. Su mirada nos recuerda que no estamos solos, que Él vela por nosotros aun en nuestras circunstancias más difíciles.

En un mundo donde a veces nos sentimos olvidados, la mirada de Jesús nos asegura que somos amados y cuidados. Su amor no se interrumpe ni siquiera en el sufrimiento.

Preguntas de reflexión

1. ¿En qué áreas de mi vida necesito confiar en el cuidado de Jesús?

2. ¿Cómo puedo mostrar ese mismo cuidado a alguien cercano?

Oración

Señor Jesús, gracias porque incluso en tu cruz pensaste en nosotros. Gracias porque tu mirada me recuerda que no estoy solo y que tu cuidado me rodea siempre. Ayúdame a confiar en tu amor y a reflejar tu cuidado hacia quienes me rodean. Amén.