Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Las Miradas De JesúsMuestra

Las Miradas De Jesús

DÍA 1 DE 5

La mirada que restaura (Pedro)

Pedro era uno de los discípulos más cercanos a Jesús. Había confesado que Él era el Cristo, había caminado sobre el agua y había prometido seguirlo hasta la muerte. Sin embargo, en la noche más oscura, cuando Jesús fue arrestado, Pedro lo negó tres veces. Justo en ese momento, la Biblia nos relata algo profundo: “Entonces, volviéndose el Señor, miró a Pedro. Y Pedro se acordó de la palabra del Señor… y, saliendo fuera, lloró amargamente” (Lucas 22:61-62 RVR60).

¿Qué significó esa mirada? No fue una mirada de enojo ni de condena. Jesús ya sabía que Pedro iba a fallar. Pero en vez de juzgarlo, lo miró con un amor tan grande que lo llevó al arrepentimiento. Fue una mirada que penetró en lo más profundo de su corazón, recordándole no solo su debilidad, sino también la promesa de restauración que vendría después.

Pedro lloró amargamente porque entendió cuánto había fallado, pero también porque percibió en los ojos de Jesús un amor que no se apagaba a pesar de su error. Esa mirada fue el comienzo de una nueva etapa en su vida. Después de la resurrección, Jesús lo buscó, lo restauró y lo envió a apacentar sus ovejas. El Pedro que había caído, se transformó en el Pedro que predicó en Pentecostés con valentía, viendo a miles entregarse a Cristo.

Este pasaje nos recuerda que todos fallamos. A veces negamos a Jesús con nuestras palabras, actitudes o silencios. Y muchas veces esperamos que Dios nos mire con desaprobación. Pero la realidad es distinta: cuando caemos, Jesús nos sigue mirando con amor. Su mirada no minimiza nuestro pecado, pero tampoco nos deja atrapados en él. Nos invita al arrepentimiento y nos ofrece una oportunidad para comenzar de nuevo.

Tal vez hoy te sientes como Pedro: derrotado, avergonzado por tus errores, con la sensación de haber defraudado a Dios. Recuerda que Jesús no aparta su mirada de ti. Él te mira con compasión y gracia, extendiendo su mano para levantarte. No importa lo hondo de tu caída, su amor siempre es más profundo.

La mirada de Jesús restaura porque nos recuerda que nuestra identidad no está en nuestros fracasos, sino en su gracia. Pedro no fue recordado por su negación, sino por su fe y su liderazgo en la iglesia primitiva. De la misma manera, tu historia no termina en tu error, sino en la oportunidad de levantarte en Cristo y seguir adelante.

Hoy, deja que esa mirada transforme tu vida. Permite que sus ojos de amor sanen tu corazón y te devuelvan la esperanza. No importa cuántas veces hayas fallado: Jesús todavía te ve, todavía te ama y todavía tiene un propósito para ti.

Preguntas de reflexión

1. ¿En qué áreas de mi vida me siento más avergonzado o fracasado delante de Dios?

2. ¿Qué significa para mí creer que Jesús me mira con amor y no con condenación?

Oración

Señor Jesús, gracias porque tu mirada no me condena, sino que me restaura. Hoy vengo con mis debilidades y pecados, y los dejo delante de ti. Dame un corazón arrepentido y renovado. Enséñame a confiar en tu perdón y a vivir en tu gracia. Que pueda levantarme como Pedro, transformado por tu amor, y ser un testimonio vivo de tu restauración. Amén.

Acerca de este Plan

Las Miradas De Jesús

Este plan te invita a recorrer distintos momentos en los que Jesús miró a las personas de una manera transformadora. Sus miradas comunican amor, perdón, invitación y propósito. A través de los Evangelios descubriremos cómo esas miradas pueden también alcanzar tu vida hoy y renovar tu relación con Él.

More

Nos gustaría agradecer a Ángel Casas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.facebook.com/ccegaiman.ch