Las Miradas De JesúsMuestra

La mirada que perdona (La mujer adúltera)

Una mujer fue llevada delante de Jesús, acusada de adulterio. Sus acusadores querían apedrearla según la ley. Jesús, en vez de entrar en la trampa, dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. Uno por uno, los acusadores se fueron. Entonces: “Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8:10-11 RVR60).

Imaginemos esa mirada. No fue una mirada que ignorara el pecado, pero sí que mostró misericordia. Jesús vio a una mujer humillada, culpable y avergonzada, y le dio dignidad y esperanza.

Esa mirada de perdón sigue siendo para nosotros. Tal vez cargás con errores del pasado, con culpas que otros no te dejan olvidar o que tú mismo no puedes soltar. Jesús te mira hoy con gracia. No niega tu pecado, pero no te deja en él. Su mirada perdona y libera, invitándote a una vida diferente.

El mensaje de Jesús es claro: no estás condenado, estás perdonado. Y el perdón no es licencia para seguir igual, sino poder para vivir de manera nueva.

Preguntas de reflexión

1. ¿Qué culpas necesito entregar a Jesús para recibir su perdón?

2. ¿Cómo puedo vivir de una manera diferente gracias a su gracia?

Oración

Señor Jesús, gracias porque tu mirada me llena de misericordia. Hoy dejo delante de ti mis pecados y culpas. Recibo tu perdón y tu gracia. Ayúdame a vivir en libertad y a reflejar tu misericordia hacia los demás. Amén.