Amando Más La Palabra De DiosMuestra

Aunque no sabemos con certeza quien escribió el Salmo 119, no deja de impresionarme la cercanía e intimidad del autor con su Señor, expresada en su amor por sus mandamientos, en la forma que arde su corazón por la Palabra.

Comienza diciendo el Señor es mi porción.

¿Qué quiere decir que él sea su porción?

Lo quiero a él y a nadie más, él es suficiente, él es todo lo que necesito.

Me recuerda la historia que se menciona en los evangelios, de dos mujeres, María y Marta, Jesús llega a su casa, una decide seguir con sus quehaceres, la otra hace una pausa para sentarse a escuchar a Jesús, esto revela dos formas de vivir, afanados y turbados como Marta, o rendidos escogiendo a diario la mejor parte, como María. (Lucas 10:38-42)

Considerar nuestros caminos siempre nos llevará en la dirección correcta, cuando no prestamos atención a la forma que estamos viviendo hemos comenzado a transitar por un camino altamente peligroso que no nos conviene. Por eso no debemos tardar en hacer los ajustes, y apresurarnos para guardar su Palabra.

Dios guarde nuestros corazones de ser "oidores olvidadizos", de los que describe el apóstol Santiago en su carta, oremos que no nos olvidemos tan fácilmente de la ley del Señor (Santiago 1:25, NBLA).

Busquemos compañeros de milicia, o de viaje, que teman al Señor, hombres y mujeres que amen su Palabra, y juntos perseveremos hasta el final.

¿Qué habló Dios a tu vida hoy?

No olvides nuestro desafío diario, lee, escribe y medita.