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Preparar el caballo — Nuestra responsabilidad
“El caballo se alista para el día de la batalla…” (Proverbios 21:31a, RVR1960)
La preparación diligente honra al Señor.
En los días en que se escribieron estos proverbios, el uso efectivo del caballo en la guerra podía ser abrumador para el enemigo. Estos caballos debieron ser entrenados; era sabio alistar el caballo para el día de la batalla.
Este versículo comienza resaltando la acción humana: preparar el caballo para la batalla. Esto simboliza la planificación, la disciplina y la responsabilidad que tenemos en cada área de la vida. Dios nos llama a la diligencia y el esfuerzo, no a la pereza (Proverbios 6:6-8).
Preparar el caballo es cuidar los recursos que Dios nos da, desarrollar habilidades, realizar las tareas necesarias y estar listos para los retos. Jesús también enseñó sobre la importancia de calcular antes de actuar (Lucas 14:28-30).
No se trata de confiar en nuestras fuerzas, sino de asumir con seriedad lo que está en nuestras manos. La fe auténtica no es pasividad, sino obediencia activa. Preparar el caballo significa poner todo nuestro empeño con excelencia, sabiendo que la preparación es parte del testimonio cristiano.
¿Qué área de tu vida necesita mayor preparación diligente para honrar a Dios en tu trabajo, relaciones o servicio?
Acerca de este Plan
Proverbios 21:31 enseña que la preparación humana es necesaria, pero la victoria proviene de Dios. Este devocional en tres capítulos nos guía en un camino de equilibrio: primero, la responsabilidad de prepararnos; luego, el reconocimiento de nuestras limitaciones humanas; finalmente, la confianza absoluta en que solo el Señor asegura la victoria. Así aprendemos a vivir con diligencia y dependencia, trabajando con esfuerzo, pero confiando plenamente en Dios.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: leadershiftglobal.com
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