Viviendo en BabiloniaMuestra

¡VIVIENDO EN BABILONIA, NECESITAS A DIOS!

Vivimos en un mundo hermoso pero difícil a la vez. El ambiente que nos rodea es hostil. A veces, quisiéramos salir huyendo, cambiar de lugar, de rumbo y nos sentimos tan ajenos a las circunstancias que nos rodean como si viviéramos en un mundo al cual no pertenecemos.

Para el joven Daniel, de repente, todo era diferente: el lugar, la gente, el idioma, la comida y lo peor, estaba rodeado de costumbres paganas. Ahora, él estaba en Babilonia, preso, como esclavo, en un mundo radicalmente distinto y malo. Babilonia había conquistado a su pueblo y a él lo habían tomado preso. Ahora estaba lejos, muy lejos de su hogar en Jerusalén.

¡Necesitaba a Dios más que nunca! Vivir en estas condiciones y sin Dios sería una locura. Consiente de esto, comprendió que su único sustento sería su fe; solo Dios lo podría guardar y cuidar en esas condiciones.

¡Así que Daniel afirmó su corazón para mantener sus convicciones en Babilonia! Sí, en ese mundo ajeno a Dios, propuso en su corazón no contaminarse con esa cultura contraria.

Con este pensamiento, “le pegó al clavo”, lo hizo sabio, lo llevo a tomar desiciones valientes y atrevidas delante de los de la corte real y su actuar empezó a notarse.

LLAMADO A LA ACCIÓN:

• Hoy vivimos igualmente en "Babilonia", un mundo hostil y duro. Afírmate en creer y pon tus ojos en Cristo, Él te dará la salida y la fuerza para seguir adelante, no solo sobreviviendo, sino sobresaliendo y creando un impacto en el mundo.
• Piensa en cómo puedes hoy definir tus convicciones delante de tus amigos, compañeros y familiares, para dar un testimonio transparente, limpio y valiente de tu vida en Cristo.