Un Movimiento De AdoraciónMuestra

Adoración que crece en comunidad

Después de haber visto que la adoración es rendición, testimonio y transformación personal, llegamos a un paso más profundo: la adoración como movimiento. No es solo lo que ocurre en lo íntimo, sino la obra que el Espíritu Santo puede hacer cuando un pueblo se une en un mismo corazón. La adoración nunca fue diseñada para ser un acto aislado, sino una expresión en comunidad.

La iglesia primitiva lo entendió a la perfección: su unidad y adoración conjunta hacían que el Señor añadiera cada día a los que habían de ser salvos (Hechos 2:42-47). De igual forma, el tabernáculo de David fue un anticipo del deseo de Dios de que todas las naciones le conocieran y le adoraran. En Cristo encontramos el cumplimiento de esa promesa, ya que Él es el tabernáculo vivo que nos une (Efesios 2:21-22).

Cuando la adoración se enciende en el pueblo de Dios, no se queda en las paredes de un templo; se convierte en un río que fluye hacia afuera, impactando ciudades y naciones. Un movimiento de adoración es la vida de Cristo fluyendo a través de Su pueblo.

Aplicación:
Esta semana, busca adorar en comunidad: en tu grupo, iglesia o equipo. Reconoce que sos parte de un movimiento de adoración que crece y no se detiene.

Oración:
Padre, ayúdame a ser instrumento de unidad. Que mi adoración inspire y edifique a mi iglesia y comunidad.