El Encuentro Que TransformaMuestra

3) La conversión real rinde el control.

Después de su encuentro con Jesús, Pablo quedó ciego y tuvo que ser llevado de la mano. Esta escena es una hermosa representación de nuestros primeros pasos en la fe: aprendemos a depender, no de nuestra fuerza, sino de la guía de Dios y de las personas que Él pone a nuestro lado.

En el caso de Pablo, fue Ananías quien comenzó a edificar sobre su vida y a darle dirección. Pablo obedeció a Jesús y buscó a ese hombre de Dios, aun sin saber con claridad lo que vendría después. Jesús no le mostró el panorama completo, solo el siguiente paso.

De la misma manera, nuestra conversión nos lleva de ser autosuficientes a ser obedientes y dependientes. Rendir el control significa dejar de aferrarnos a nuestros planes y caminar confiados, paso a paso, con Jesús. Aunque quisiéramos ver toda la película de nuestra vida, Dios nos revela escena por escena, enseñándonos a crecer en fe, obediencia y dependencia de Él.

La verdadera transformación ocurre cuando entregamos el control de nuestra vida a Cristo. No se trata de entenderlo todo ni de tener cada paso planificado, sino de confiar en que Jesús sabe mejor que nosotros hacia dónde guiarnos. Él no pide perfección, sino obediencia. Hoy, puedes dar el siguiente paso de fe sabiendo que, aunque no veas todo el camino, Él camina delante de ti.

Para reflexionar:

• ¿Estoy dispuesto a caminar en obediencia, incluso cuando no entiendo el cuadro completo?
• ¿Quiénes han sido mis “Ananías”, las personas que Dios puso para ayudarme en mis primeros pasos de fe?
• ¿Estoy permitiendo que otros me guíen en mi caminar con Cristo?

Oración:

Señor Jesús, hoy reconozco que necesito depender de Ti en cada área de mi vida. Perdóname por las veces en que he querido controlar todo según mis propios planes. Ayúdame a confiar en que Tú sabes lo que es mejor para mí y a dar pasos de obediencia, aun cuando no lo entiendo todo. Gracias por las personas que has puesto a mi lado para guiarme y fortalecerme. Quiero rendir mi voluntad a la Tuya y caminar siempre bajo Tu dirección. Amén.