El Encuentro Que TransformaMuestra

1) Un encuentro con Jesús trae Salvación

La decisión más importante que podemos tomar es entregarle nuestra vida a Jesús, un momento que nos transforma completamente; y no se trata de un cambio superficial, ni un ajuste de conducta, se trata de un nuevo corazón.

Tengamos en mente que: Jesús no vino a mejorar personas buenas, Él vino a salvar pecadores. A través de Su sacrificio, fuimos reconciliados con Dios. Él nos entregó el mayor regalo inmerecido, la salvación eterna. Cuando nos volvemos a Dios mediante la fe en Jesús, nacemos de nuevo. Cristo nos da una nueva naturaleza.

La historia de la conversión de Saulo, quien luego se usó el nombre de Pablo, es uno de los mayores ejemplos de una verdadera transformación luego de tener un encuentro real con Jesús.

Pablo, quien perseguía a los cristianos vehementemente, fue alcanzado por la gracia. Quien era un enemigo del Reino, fue transformado en un instrumento poderoso para Dios. Esto no ocurrió por su propio mérito, sino por la misericordia de Cristo (1 Timoteo 1:16).

La verdadera conversión no es solo un cambio externo, ni religioso, es el resultado de un encuentro real con Jesús. Cuando Él nos llama por nombre, su gracia nos confronta, nos transforma y nos comisiona con un nuevo propósito.

Hoy, esa misma transformación puede ocurrir en cada uno de nosotros, a partir de ese encuentro con Jesús.

Para Reflexionar:

• ¿Cómo describirías tu encuentro personal con Jesús? ¿Fue un momento específico o un proceso que te llevó a reconocer Su gracia?

Oración:

Señor Jesús, gracias por haberme encontrado y alcanzado con Tu gracia. Reconozco que no podía salvarme por mis propios méritos, pero Tú, con amor y misericordia, me diste una nueva vida al morir por mi en la cruz. Hoy lo creo y te recibo en mi vida. Transforma mi corazón cada día, ayúdame a dejar atrás lo viejo y a caminar en la plenitud de Tu propósito. Así como hiciste con Pablo, úsame como un instrumento para llevar Tu luz a otros. Amén.