El Proceso De Sanar.Muestra

Día 3. El proceso no es lineal.
Han pasado cuatro años desde que tuve un encuentro con Jesús, cuatro años desde que decidí confiar plenamente en que solo Él podía sanar mi corazón, cuatro años desde que perdoné a las personas que me causaron dolor, cuatro años desde que comenzó mi proceso para sanar. ¿Y sabes qué ha pasado durante estos cuatro años? He tenido días maravillosos, en los que siento que he sanado 100%, pero también he tenido días en los que siento que mis heridas vuelven a doler, he tenido días en los que despierto con pesadillas que me hacen recordar a esas personas que me hirieron, y eso me hace sentir una terrible sensación. Cuando llegaron esos días malos a mi vida, comencé a sentirme desesperada, ¿cómo es que podía sentirme mal después de avanzar tanto?¿Cómo es que esas heridas que creí haber sanado están doliendo de nuevo?
Algo muy importante que debemos entender, y tener siempre presente durante todo nuestro proceso de sanación, es que este proceso no es lineal. Hay momentos “altos” pero también hay momentos “bajos” ¿Qué quiere decir esto? Tendrás días en los que te sientas muy bien, en los que tus heridas ya no duelan para nada. Pero también van a existir días que no parecen tan buenos, momentos en los que no vas a sentirte tan bien, que incluso llegues a pensar que tus heridas duelen más que nunca. ¿Pero sabes algo? Está bien sentirse de ambas formas.
Aun después de depositar toda tu confianza en Dios, vas a tener momentos en los que tu mente comience a tener dudas, momentos en los que llegues a sentir miedo como al inicio, pero solo respira, ora, y vuelve a recordar que tu confianza está puesta en un Dios que no tiene imposibles. Aun después de que perdonaste a las personas que te hicieron daño, vas a tener momentos en los que, aunque ya hayas perdonado, sentirás como si nunca lo hubieses hecho, pero solo respira, ora, y vuelve a perdonar. No importa si tienes que perdonar todos los días del año la misma ofensa a la misma persona, recuerda: 70 veces 7.
No te desesperes cuando atravieses momentos que no son tan buenos, recuerda que aun en esos momentos en los que te sientes débil, su poder se perfecciona en ti (2 Corintios 12:9).
En el proceso de sanar, hay días buenos y días que no son tan buenos, pero sin duda Dios es bueno todos los días. En el proceso de sanar, aprendes a depender 100% de Cristo. Está bien si hay días en los que no te sientes tan bien, Papá tiene todo bajo control, sigue esforzándote, Él está contigo en cada parte del proceso.
No olvides que la sanidad no es un proceso lineal, no es rápido, no es automático, no es inmediato. La sanidad es un proceso que Dios está guiando a Su perfecto tiempo.
¡Confía, perdona y avanza!
Desafío del día 3:
Memoriza el texto bíblico que se encuentra en Josué 1:9 y llévalo a la práctica durante todo tu proceso recordando que Dios está contigo y es Él quien lo está guiando.
Escrituras
Acerca de este Plan

Todos pasamos por situaciones difíciles, situaciones que marcan nuestra vida. De alguna manera intentamos sanar con lo que el mundo ofrece, pero al final, parece que no hay ninguna solución. Hoy tengo una noticia para ti: ¡Jesús puede y quiere sanar, transformar y restaurar tu corazón!
More
Nos gustaría agradecer a Aly Luna por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/lunaa.uriostegui?igsh=c3Z2dW5ha3AzNGt0