El Proceso De Sanar.Muestra

Día 2: Elige ser como Jesús, elige perdonar.

Si me preguntan qué fue lo más difícil en mi proceso de sanar, sin duda respondería: perdonar. La verdad es que tenía planeado no perdonar nunca a las personas que me hicieron daño, por el contrario, quería guardarles rencor siempre.

Cuando tuve un encuentro con Jesús, conocí a un Dios de gracia, un Dios que perdona y ama sin ninguna condición. Comprendí que debía perdonar, pero solo podía pensar: ¿Cómo es que voy a perdonar a las personas que me hicieron tanto daño?

Quise seguir con mi proceso, omitiendo el perdón, aun sabiendo lo importante que era esta decisión, y siendo consciente de que tenía una carga enorme que me hacía sentir que cada vez era más complicado avanzar. Dios me habló por medio de personas, prédicas, devocionales; me hablaba algo que puedo resumir en una palabra: PERDONA. Fue tan difícil tomar esa decisión, pero decidí ser obediente, decidí ser como Jesús y perdonar. Recuerdo esa noche en la que perdoné, me llevó algunos minutos hacerlo, era como si me hubiera olvidado de cómo se pronunciaban algunas palabras. Pero cuando por fin perdoné a aquellas personas, esa carga que había sentido por tanto tiempo, desapareció.

Sin duda, perdonar fue algo muy complicado para mí, algo que al principio no quería hacer, ya que creía que esas personas que me causaron dolor no merecían ser perdonadas. Esto es algo que nos pasa en muchas ocasiones, no queremos perdonar porque desde nuestro razonamiento humano las personas que nos causaron dolor no merecen ser perdonadas. Pero se nos olvida que nosotros muchas veces hemos pecado, hemos ofendido a Dios, lo hemos cambiado por cosas del mundo; de todas esas faltas Dios nos ha perdonado, nos ha limpiado y eso sin duda es algo que no merecemos, pero es un regalo que Dios nos ha dado únicamente por gracia.

Cuando Jesús nos dice que perdonemos hasta 70 veces 7 no significa que debas multiplicar y el resultado es la cantidad de veces que vas a perdonar. 70 veces 7 significa que perdonar es algo que debemos de hacer constantemente.

Perdona, aun si la persona que te lastimó no ha pedido disculpas o no ha tenido un cambio. Perdona aún cuando no tengas el sentimiento de hacerlo, porque el perdón es una decisión que refleja la libertad que Cristo ya te ha dado.

El perdón nos quita el yugo del rencor, el perdón es un regalo de Dios para nosotros. Elige ser como Jesús, elige perdonar.


Desafíos del día 2:
1. Dale gracias a Dios por Su gracia y perdón, reconociendo que no lo merecemos.
2. Escribe el nombre (o nombres) de la persona a quien sabes que necesitas perdonar y preséntalo a Dios en oración.