El Otro hermano del hijo pródigoMuestra

El otro hermano

Bueno, tenemos a dos hijos pródigos y un Padre que ama incansablemente a los dos. Fíjate que Papá no echó a ninguno de sus hijos. A veces creemos que Dios desecha a los religiosos o a los pecadores, pero no es así. Él desea que todos nos sentemos a su mesa. Su amor es tan grande que no mira como lo hacemos nosotros. Todos necesitamos su asombrosa Gracia.

En este momento, pensarás: "¿Y dónde está el tercer hermano en toda esta parábola?".

Bueno, amigo mío, estuvo presente en toda la historia. Es quien la narró. Jesús es el hermano perfecto, que no desecha ni a unos ni a otros, sino que dio su vida para traernos de nuevo a casa.

Cuando el menor estaba lejos y volvió en sí… lo hizo por un camino. Cristo declaró que Él es el camino, y nadie va al Padre si no es por Él.

Momento clave: Cuando el mayor le reclama al Padre que no mató ni un cabrito, recordemos que Jesús es el Cordero que quita el pecado del mundo.

El Hijo perfecto nos reúne y nos reconcilia en la familia que nuestro amado Papá Celestial soñó.

Reflexión

¿Qué te parece si seguimos el ejemplo de Jesús y vamos a buscar a nuestros hermanos perdidos para llevarlos a la casa de Papá Celestial?

¿Te animas a orar esta semana por ese hermano o hermana que el Señor te muestre y después invitarlo a cenar, a tomar un café o simplemente a una reunión?

Oración

Abba Padre, gracias por haber enviado a nuestro Hermano Perfecto, Jesucristo. Él nos rescató de nuestros pecados y de nuestro ego. Gracias por esperarnos con un abrazo, con ropa nueva, con un pacto eterno, con fiesta. Pero, sobre todo, gracias por amarnos incansablemente. Te pedimos por nuestros hermanos que están lejos o apagados, para que los atraigas con cuerdas de amor a tu corazón de nuevo. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Hermano Jesús.