Devocional Octubre "Lámpara a Mis Pies"Muestra

“También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén, y de noche sirvan de centinela y de día en la obra” (Nehemías 4:22 RVR1960)

Qué gran lección nos da Nehemías de proteger el milagro.

El que Nehemias estuviera en Jerusalén ya era un milagro, el haber motivado y logrado que el pueblo reconstruyera las puertas y el muro fue otro milagro. Siempre que te levantas a la conquista el enemigo quiere venir a frenar la obra, para ver si logra detener el milagro. (Nehemías 4:11 - RVR1960)

“Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos. Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas" (Nehemías 4:13-14 RVR1960).

Nehemías fue diligente en asegurarse que el enemigo no entrase a detener la obra:

1- No teman.

El temor es una de las formas que el enemigo usa para detenernos y paralizarnos cuando nos lanzamos a un reto de fe.

2 - Acordaos del Señor, Grande y temible.

Cuando nuestra mirada está en quién Dios es, ya no nos fijamos en quién nos quiere detener.

3 - Pelead.

Hay que guerrear por lo que amamos. Peleamos cuando vigilamos en oración, como centinelas, y trabajamos en la obra de día. Trabajar activamente en la obra de Dios trae protección a tu vida y a toda tu casa. Así que, ¡manos a la obra!