Relación Con Dios: Ven Tal Como EresMuestra

Restaurando nuestra relación con Dios a través de Jesús

Como hijo de Dios, tienes una posición distinguida con Dios. Para entender completamente esa posición, es bueno darnos cuenta de lo que Jesús restaurócuando fue a la cruz y resucitó de entre los muertos.

La Biblia describe en Mateo 18:11:“Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido”.

No “quien,” sino “lo”… Lo que se perdió debido a la Caída es nuestra “posición” con el Padre. La relación, la "intimidad" que Adán y Eva tenían con Dios en el Paraíso antes de la Caída se perdió, y Jesús vino a restaurar eso.

Dios nos eligió y predestinó antes de la fundación del mundo para ser adoptados como Sus hijos (Efesios 1:3-6). Antes de crear los cielos y la tierra, las flores y las abejas, Él ya sabía que crearía y pondría al hombre en el mundo. Un hombre con el que pudiera tener una relación, con quien pudiera estar cerca.

Adán, el primer hombre, y Dios caminaban juntos por el jardín. No había nada entre ellos, ni distancia, ni conexión rota. Había acceso libre. Eso fue posible porque Adán fue creado a la semejanza de Dios. Tenía un espíritu perfecto, sin pecado. Por eso Dios podía caminar con Adán, porque Dios no puede estar en un lugar de pecado.

Ese espíritu sin pecado murió cuando Adán y Eva pecaron, pero gracias al sacrificio de Jesús, podemos recibirlo nuevamente cuando aceptamos a Jesús. Por eso el sacrificio de Jesús fue tan importante. Gracias a eso, tu espíritu nace de nuevo de una semilla incorruptible (1 Pedro 1:23). Esto significa que naces de Dios y por lo tanto recibes naturaleza divina (2 Pedro 1:4).

¡Jesús es el restaurador de todo eso! Él hizo posible una relación sin obstáculos con Dios nuevamente. Él se aseguró de que tú, como hijo, tengas acceso directo al Padre. Para esto no necesitas pasar por todo tipo de procesos de purificación ni entrar al lugar santísimo, esperando estar completamente puro. No, Jesús te ha hecho limpio, puro e inmaculado.

¿Cómo suena eso? ¿También te gustaría caminar con Dios como Adán? ¿Quieres hablar con Él? ¿Acercarte a Él abierta y libremente como un padre cercano a sus hijos? Un padre que quiere una conexión íntima y profunda con sus hijos. Es posible. Es el plan de Dios para que esto sea posible. Quizás no conozcas esa cercanía con tu propio padre terrenal; sabes que Dios lo desea. Dios es amor, y Él quiere dártelo.

Gracias a Jesús, Dios puede estar “en nosotros” nuevamente. Podemos ser uno con nuestro Creador otra vez, tal como lo fueron Adán y Eva. ¡Aleluya!

Mañana veremos esto con más detalle. Luego, estudiaremos cómo podemos acercarnos a Dios.