Reimaginar La Transformación a Través De La Vida De PabloMuestra

Fidelidad con Resultados Mixtos

¿Alguna vez te has sentido desanimado cuando tus esfuerzos por compartir a Cristo no dieron los resultados que esperabas? Quizás una conversación espiritual pareció desvanecerse. Quizás has estado amando, orando y compartiendo constantemente, y aún no has visto un gran avance. Si ese es tu caso, escucha esto con claridad: Dios no mide el éxito como nosotros. Para Él, el éxito es compartir fielmente el evangelio.

El mensaje de Pablo en el Areópago tuvo resultados dispares. Cuando mencionó la resurrección, algunos se burlaron de él. Otros, intrigados, dijeron: "Queremos oírte hablar de nuevo sobre este tema." (Hechos 17:32, NIV) Y algunos creyeron.

Dada la audiencia —la élite intelectual de Atenas—, esto podría resultar decepcionante. No hubo un avivamiento radical. No se registró el inicio de una nueva iglesia. No hubo conversiones masivas. Solo un puñado de personas respondió, mientras que la mayoría permaneció escéptica o indecisa.

Y sin embargo, Lucas incluye este momento en los Hechos como un éxito ¿Por qué? Porque Pablo era fiel y predicó el evangelio con claridad, valentía y reflexión. No rehuyó la verdad ni forzó una respuesta. Ajustó acercarse Sin alterar su mensaje Él se encontraba con las personas donde estaban y luego las guiaba hacia Jesús. ¿Los resultados? Eso era asunto de Dios.

Este es un recordatorio vital para nosotros. A menudo definimos la evangelización exitosa por las respuestas visibles: ¿Hicieron la oración? ¿Vinieron a la iglesia? ¿Cambiaron su comportamiento? Y aunque estas cosas son maravillosas cuando suceden, no son las únicas señales de impacto.

A veces plantamos semillas. A veces regamos las semillas que otros han plantado. Y a veces, por la gracia de Dios, podemos presenciar la cosecha. Pero en todos los casos, el llamado es el mismo: Sé fiel.

La experiencia de Pablo en Atenas nos muestra que toda conversación importa, incluso cuando los resultados parecen insignificantes. Así que, sigue adelante. Tu presencia fiel, tus conversaciones profundas, tus palabras encantadoras sobre Jesús, importan. Aunque alguien no responda de inmediato, puede que esté escuchando con más atención de la que crees. Tu testimonio podría ser el empujón que los acerque a Cristo, incluso si alguien más cosecha la cosecha después.

Recuerda, el mismo Dios que usó los resultados aparentemente modestos de Pablo en Atenas está trabajando a través de ti. Tu trabajo no es convertir a la gente, sino representar bien a Jesús y confiarle lo demás. En el reino de Dios, la obediencia fiel siempre es una victoria, no importa lo que puedas o no puedas ver.

Preguntas de Reflexión:

1. ¿Cómo sueles definir el "éxito" al compartir tu fe? ¿Cómo se mediría la fidelidad?
2. ¿Con quién has compartido tu fe y aún no has respondido? ¿Cómo te anima la historia de Pablo a seguir orando y esperando por esa persona?

Oración:
Señor, ayúdame a ser fiel al compartirte con los demás, confiando en ti los resultados. Dame paciencia durante el proceso. Recuérdame que valoras mi obediencia incluso cuando no puedo ver el impacto. Amén.

Al finalizar la segunda parte de la serie Reimagina, oramos por la historia de Pablo que te haya demostrado que nadie está fuera del alcance de la gracia de Dios. Que su transformación inspire tu propio camino para ser más como Cristo. Acompáñanos en la tercera parte, donde analizaremos a Pedro y Juan y cómo su audacia moldeó a la Iglesia primitiva. Sigue a The Crossing en YouVersion para encontrar más planes para fortalecer tu fe.