Mi identidad en JesúsMuestra

Vives por el Espíritu Santo

La vida con Dios no se sostiene solo con fuerza de voluntad, sino con el poder del Espíritu Santo. Él no es una energía vaga ni una fuerza mística, es Dios mismo habitando en ti. Jesús lo llamó el Consolador y el Consejero, aquel que te guía, te recuerda lo que es verdad y te da fuerzas cuando no puedes más.

El Espíritu Santo es quien traduce el amor de Dios a tu corazón y quien te da poder para vivir como hija suya. No estás sola en tus luchas: cada día es una invitación a escuchar su voz y caminar en su ritmo.

Oración
Espíritu Santo, gracias por estar en mí y por ser mi guía constante. Tú eres mi fuerza cuando me siento débil, mi luz cuando no sé qué camino tomar y mi consolador en medio del dolor. Enséñame a reconocerte en lo cotidiano, a depender de ti más que de mis fuerzas, y a caminar contigo de manera tan natural como respiro. Que mi vida muestre que no camino sola, sino contigo en mí.