El Poder Del EvangelioMuestra

Vivir por fe, siempre

“(...) como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17b RVR1960).

La fe no es solo para comenzar, sino para sostener toda nuestra vida en Cristo.

Pablo concluye esta poderosa introducción citando Habacuc 2:4: Mas el justo por su fe vivirá. Esta frase es clave no solo en Romanos, sino también en Gálatas 3:11 y Hebreos 10:38. Resume la vida cristiana: el justo no solo cree para ser salvo, sino que vive creyendo.

La fe no es un evento puntual, es un estilo de vida. El creyente no se mueve por vista, sino por confianza en las promesas de Dios (2 Corintios 5:7). La fe es el motor diario que nos permite perseverar en medio de la oposición, la duda, el sufrimiento y la espera.

Vivir por fe es negarse a depender de lo visible, de lo cómodo, del cálculo humano. Es elegir caminar confiando en el carácter de Dios y en la suficiencia de Cristo, aun cuando el panorama sea incierto. La fe convierte la doctrina en experiencia, la verdad en sustento, la promesa en esperanza viva.

Este versículo cierra el ciclo que comenzó con la valentía de Pablo. Porque quien comprende el poder del Evangelio, abraza la justicia de Dios por fe… y vive cada día en esa misma fe, hasta el final.

¿Estoy viviendo cada día por fe o me he vuelto dependiente de mis propias fuerzas, planes o recursos?