Listo Para ServirMuestra

Listo para dar lo que tengo

"Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles. A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma" (Romanos 1:13-15 RVR1960).

El que vive por el Evangelio siempre está listo para compartirlo, donde sea, con quien sea.

Pablo expresa su carga misionera. Aunque ha sido estorbado, no se rinde. Tiene una misión clara: llevar fruto, es decir, ver vidas transformadas por el Evangelio. No hace acepción de personas: se siente deudor a todos. Esta visión lo impulsa a estar “pronto” para anunciar el Evangelio en Roma, una ciudad poderosa, pero necesitada.

El verdadero siervo vive con urgencia evangelística. Entiende que lo que ha recibido no es para guardarlo, sino para compartirlo. Pablo no está motivado por obligación externa, sino por convicción interna. Su sentido de deuda es espiritual: Cristo lo salvó, y ahora él debe entregar esa gracia a otros (1 Corintios 9:16).

Pablo nos exhorta a desarrollar una vida lista para servir, lista para ir, lista para compartir.

¿Estoy viviendo como alguien listo para servir y anunciar el Evangelio, o mi vida espiritual se ha vuelto pasiva?